Capítulo 83. 911 ¿Cuál es su emergencia?

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-Austin, ¿qué ocurre?- preguntó Ally al notar que no se movían.

En ese momento sentía un dolor tan intenso que había cerrado los ojos y no se enteraba de lo que ocurría a su alrededor.

-Pues...

Decirle a su mujer que estaban atrapados le parecía un suicidio, veía su sufrimiento y como se agarraba al asiento del coche con tanta fuerza que los nudillos se le ponían completamente blancos.

-No te asustes cariño- dijo él intentando aparentar que estaba manteniendo la calma -llamaré a una ambulancia y saldremos de aquí enseguida, antes de que te des cuenta estaremos en el hospital.

Agarró su móvil y marcó rápidamente el número de emergencias, en unos segundos una voz salió de los altavoces del coche que se habían conectado automáticamente sin que Austin se diese cuenta.

-911, ¿cuál es su emergencia?

-Hola, estamos atrapados debido a un accidente de la autopista Florida Turnpike, mi mujer está de parto.

Rápidamente el operador empezó a hacer las preguntas básicas que debían formular a todo el que llamaba.

-¿Puede darme una localización más exacta?

-Acabamos de pasar Miami Gardens, estamos casi en el puente.

-¿Cómo está su mujer?

Un grito que Ally no pudo contener sirvió como respuesta, su marido pudo comprobar que una lágrima empezaba a asomarle por el ojo.

-¿¡Nos va a enviar ayuda!?- inquirió nervioso.

-Ahora mismo le mando una ambulancia, pero tardará en abrirse paso entre el atasco y puede que no llegue a tiempo, tendrá que actuar usted.

Si eso era una broma no tenía ninguna gracia, al menos eso era lo único en lo que podía pensar Austin, ¿por qué no le enviaban ayuda?

-¿Sigue ahí?- preguntó el operador.

-Sí pero... yo... yo no puedo hacerlo.

Otro grito de Ally inundó sus tímpanos, tenía que hacer algo.

-Tiene que hacerlo señor, yo le guiaré en todo lo que pueda- insistió el hombre en tono seguro -lo primero que tiene que hacer es desvestir a su mujer.

-¿Aquí? ¿En el coche?

Sentada en el asiento del copiloto Ally parecía ajena a la conversación que se llevaba acabo a su lado, hasta que su marido le puso la mano en el hombro no se dió cuenta de que le estaba hablando.

-Cariño tienes que quitarte la ropa.

Empujó el asiento hacia atrás y lo reclinó para tener todo el espacio posible y que su mujer estuviese tumbada y cómoda. La ayudó a levantarse el vestido y quitarse la ropa interior que estaba completamente empapada por el líquido de la placenta.

-¿Qué ve?- quiso saber el operador -¿Ve la cabeza, los pies o el cordón umbilical?

-Creo que veo la cabeza- dijo Austin tras armarse de valor -¡sí, es la cabeza!

-Eso es bueno, ahora siga mis indicaciones y todo saldrá bien.

Las contracciones eran tan frecuentes que cuando una había terminado otra empezaba a sacudir su cuerpo por completo.

Ally sudaba, gritaba y sobretodo no se creía que esto le estuviese pasando a ella.

-Ahora tiene que empujar poco a poco hasta que salga la cabeza.

-¡Cariño empuja!- exclamó Austin cogiéndole la mano a su mujer -¡Respira hondo y empuja!

-¡Me duele mucho!- gritaba Ally entre sollozos -¡No puedo!

When Future Becomes Past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora