Capítulo 6. Lo que bien empieza bien acaba

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-¡Mamá no te imaginas lo que hemos visto!- chilló Ava emocionada según entraba por la puerta.

-Venid y contadnos todo- dijo ella sonriente -¿se han portado bien?

Ally miró a Penny, su madre, que se dejó caer en el sillón y parecía más cansada de lo habitual.

-Estuve viviendo con gorilas y te puedo asegurar que eran más calmados que estos dos críos- murmuró Penny.

-¡Ava tiró mi merienda a los camellos!- dijo Alex llorando.

La relación entre los dos niños no es que fuera mala, era como la de cualquier par de hermanos, se hacían rabiar pero se querían. En este caso Ava era la que le hacía las jugarretas a Alex, siempre había sido una niña inquieta y revoltosa; cuando era pequeña sus padres tenían que estar todo el tiempo vigilándola porque si la dejaban sola un segundo ya le daba tiempo a inventar una travesura nueva.

-Ava, ya te hemos dicho mil veces que seas buena con Alex- dijo Austin intentando hacer de padre responsable.

Alex era todo lo contrario a su hermana, un niño bueno que nunca se metía en líos. Podían dejarle solo en su habitación sin problemas ya que sabían que iba a quedarse jugando tranquilamente.

En ocasiones Austin y Ally pensaban que le daban demasiada independencia ya que Ava requería su atención casi al completo y eso les hacía pensar que tal vez su hijo se sentía algo excluido; aunque de momento no había dado muestras de pensar tal cosa.

-Son las once chicos, deberíais estar en la cama desde hace un buen rato.

-Pero papá...- dijo Ava.

-Ni pero ni pera, mañana mamá y yo tenemos que trabajar y he prometido a los abuelos Moon que os llevaría a su casa- dijo Austin.

-¿Por qué no podemos ir con vosotros?- se quejó la niña.

-Seguro que os aburriríais enseguida.

-¡No, de verdad que no!

-Supongo que a Megan no le importará- dijo Austin mirando a su mujer.

-Vale, pero solo mañana.

Contentos con la idea de poder ir con sus padres Alex y Ava se fueron a dormir. En cuanto sus cabezas tocaron la almohada cayeron rendidos, habían tenido un día de muchas emociones en el zoo.

•••

-Buenos días Megan- saludó Ally -¿a qué no adivinas a quién hemos traído?

-¡Vaya! ¿Son vuestros hijos?- preguntó la joven mientras les tendía una caja-¿queréis unos cupcakes?

Los niños asintieron y aunque acababan de desayunar la oportunidad de comer chocolate nunca podía dejarse pasar.

-Bueno, ¿por dónde nos quedamos ayer?- preguntó Austin con la boca llena de glaseado.

-Tilly y su intento de sabotaje- contestó ella intentando ocultar su risa.

-En ese caso creo que deberíamos saltarnos el final del tour- dijo Ally dándole una servilleta a su marido -si quieres podemos enviarte unos cuantos vídeos pero la verdad es que no pasó nada excepcional.

-Perfecto, gracias ¿entonces volvemos a estar en Miami?- preguntó Megan encendiendo la grabadora.

-Así es.

•Miami, 2014•

Se suponía que el padre de Ally iría a recogerles al aeropuerto, pero por más que los cuatro amigos miraban a todos lados mientras iban cargados de maletas no veían a nadie.

When Future Becomes Past.Where stories live. Discover now