Él lo sabe todo - AppleRadio

[CONFUSIÓN]

Deseoso de respuestas, tras lograr desviar la atención de su hija sobre su extraño deseo de tener una reunión directa con el cielo, Lucifer tiene la enorme necesidad de hablar directamente con Alastor, ¿o será que en realidad no es Alastor? ¿Le borraron la memoria o algo parecido?

¿Qué es lo que le pasa?

En el momento el que la joven princesa ya no se concentra en él y el socio de extrañas orejas rojas ya no está a la vista, Lucifer se dispone a buscarlo y exigir las respuestas a sus tantas preguntas, aún si eso significa tener que encarcelar al que cree que es un clon de su viejo amigo.

Un poco de ayuda de parte de Keekee es necesaria para volverlo a localizar, detectándolo en la sala común, pero en una de las esquinas oscuras y apartadas, seguramente escondido en su sombra.

Se acerca lentamente y con un par de golpes con su bastón a la oscura figura, por fin quien tanto esperó ver por largos 7 años aparece frente a sus ojos, con una mueca en vez de su tradicional sonrisa y un tic en el ojo.

—¿Puedo ayudarle, majestad?

Con el ceño fruncido, Lucifer golpea el pecho del pecador con la punta de su bastón de manzana.

—Sí, supongo que sí. –Se cruza de brazos—. ¿A dónde fuiste estos últimos 7 años?

—¿Disculpe?

—Me parece que me oíste bien.

El ciervo suelta un sonoro suspiro.

—A mí me parece que eso no es de su incumbencia.

Eso no detiene las insistencias del ángel caído, quién ahora está más decidido a descubrir la verdad.

—Dime, ¿qué fue lo último que me dijiste antes de desaparecer?

—¿Por qué lo repetiría? Si no lo escuchó, en ese caso, es problema suyo –sonríe forzadamente—. Ahora, con, o sin su permiso...

—No, no, no, tú no irás a ningún lado. –La enorme ala que libera de su espalda refuerza sus palabras, deteniendo el paso del pelirrojo.

Alastor no quiere perder la calma, no quiere atacarlo solo por desear información que no le puede proporcionar.

Pero ¿para qué quiere que le diga lo último que le dijo?

—Bien, usted gana –se gira para encararlo. En el fondo de su corazón, o más bien, sobre su garganta, siente como si una cuerda se apretara cada vez más que le dirige siquiera la mirada al gobernante del infierno. —. Cumplí la última parte de mi trato, le proporcioné la información que me pidió desde que nos conocimos.

—¿Y eso es?

—La ubicación de su esposa.

Ambos guardan silencio tras eso, sin saber qué más decir por ninguna de las dos partes.

Ahora que recuerda ese contrato, Alastor todavía puede usar su parte del contrato para obligar a Lucifer a no dirigirle la palabra. Es decir, el propósito de esa cláusula primero era para poder guiar al rey a lo más hondo del abismo infernal y poder tomar su lugar como gobernante, pero la situación lo amerita.

¿O no? ¿Y si busca otra solución? ¿Y si todavía tiene una oportunidad? La esperanza es lo último en perderse.

—Dime que te deje en paz, Alastor –se escucha claramente la voz del rey entre todo el desastre de pensamientos en la cabeza del pecador—. Solo pídeme que actúe como si jamás te hubiera conocido y yo lo haré. O puedes pedirme lo que tú desees, ¿qué quieres? ¿Poder, fama, fortuna? ¿Quieres todo eso? ¡Yo te lo daré!

En el pasado, a Alastor le hubiera encantado el saber que el rey del infierno está ahora a sus pies, dispuesto a cumplir cualquiera de sus caprichos, incluso hasta el más enfermizo que se le pueda ocurrir. Ahora no puede sentir más que dolor en su interior y no sabe exactamente porque, tal vez hacer sufrir al enanito del infierno ya no le causa diversión.

—Cuida a tu hija, Lucifer –dice—. Esto es importante para ella, necesita sentir que estás de su lado.

Las palabras sorprenden al ángel caído, haciendo que baje su ala por la sorpresa y deje el camino libre de su cervatillo.

—¿Qué tratas de...?

—Estoy diciendo, Lucifer, que deberías proteger a tu hija –da un suspiro—. Hay personas en el cielo que no se quedarán de brazos cruzados, y no hablo solo de Charlie.

Sin decir nada más, Alastor rodea a Lucifer y sigue su camino, dejando que el rey procese las palabras ya dichas y deseoso de que comprenda lo que en verdad trató de decir.

"Cuida a tu hija, hay personas en el cielo que no se quedarán de brazos cruzados y no me refiero solo a Charlie."

Una iniciativa de lo que está pasando.

Solo hay que esperar que Lucifer lo comprenda.

Bueno, banda, me voy a ir de sabático, regreso el próximo año. Chao.

Nah, mentira, nomás me voy a tomar la siguiente semana y ya volvemos. Necesito acomodar un poco mi vida y ya volvemos con nuevas actualizaciones.

A propósito, lo más probable es que vaya a cambiar los días de actualización porque se me está juntando todo, pero ya les aviso la próxima semana con calma. Estoy pensando que las actualizaciones podrían ser menos frecuentes, pero más largas, y así entrego calidad en vez de cantidad, pero ya les digo después.

Eso es todo, mi gente. Cuídense, báñense, sean libres porque deben prepararse para el desmadre que se viene.

Bye. Los aprecio mucho.