Capítulo 12

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Decir que estaba nervioso era una blasfemia. Sentía el corazón latir con fuerza y el sonrojo subir a mis mejillas, me sentía tan indefenso. Desvié la mirada hacia otro lugar, tratando de recuperar la compostura. No entendía como me podía hacer sentir tan extraño, tan estúpido. Y lo peor es que quería que cortará el espacio entre nosotros y me besará como nunca, mientras me decía que dejaría a Suga por mí aunque sea mucha fantasía. 

-¿Te gusta?-lo escuché preguntar mientras se acercaba un poco más. ¿A quién le gustaba estar contra una pared? Por lo menos a mí no, aunque en este momento me encante. 

-No, de hecho comienzo a odiar esta pared.-lo miré con enojo. Es decir, iba a llegar tarde aunque siendo sincero no me molesta.  

 -No, qué si él te gusta.-rodó los ojos y suspiró con frustración. Oh, ya entendí. Se refería al chico de as bebidas. Fruncí el ceño, sintiendo como la rabia crecía en mi interior. 

-Eso no debería importarte. 

-Pero lo hace.-habló con firmeza. Me molesta tanto que este con Suga y luego me diga estas cosas, ¿quién le gusta? ¿Él o yo? Se que fui un imbécil pero no por eso tiene que hacerme esto. 

-Lastima ¿no?-sonreí con amargura tratando de zafarme de su agarre pero el no me dejó.

-Responde a mi pregunta.-insistió juntando las cejas, con seriedad. Lo ignoré y traté de alejarlo de mí pero él tenía fuerza. 

-No puedes ir, no te dejaré.-se interpuso más en mi camino, impidiendo que pudiera librarme de su agarre. Sentí como la sangre me hervía, quería llorar de la rabia, ¿quién se cree que es? Es decir, ¿que yo no puedo salir con nadie pero él si? Imbécil. 

-¡Solo déjame! Estoy cansado. Vete con Suga maldita sea, él es tu jodido novio.-grité empujándolo con fuerza, haciendo que el se apartará de mí. 

Salí enojado de la habitación, simplemente iba a explotar. Pero se que en el fondo solo estoy tratando de reemplazar el dolor que siento por el enojo, aunque no sea una buena opción. Llegué a la sala e ignoré los gritos de los chicos y salí dando un portazo escuchando como V salía y gritaba algo que no logré escuchar, pues ya me había alejado lo suficiente como para solo escuchar el portazo que dio al no conseguir respuesta de mi parte. 

El viento me rozó la piel provocando que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo. Tenía un nudo en la garganta y me costaba respirar bien, quería llorar. Soy un imbécil. Sufriendo por él. Aunque me lo merezco porque ahora soy yo él que está pasando por lo que seguramente él pasó, todo esto debió haberlo sentido, aunque no creo que sea tan profundo como lo siento ahora. Por eso, espero que con Suga le vaya mejor aunque me rompa el corazón decirlo, pues estoy seguro que él nunca lo lastimará como yo lo hice.

Camine sin rumbo fijo, solo podía pensar en Jimin. Solo podía dejar que el viento me guiara aunque no fuera el lugar correcto. No quería pensar, no quería sentir, solo quería olvidarlo y dejar de pensar en él. Sin darme cuenta estaba pasando la heladería, no me importó tampoco pero al mirar hacia dentro desde los vidrios de afuera y verlo ahí sentando, esperándome, decidí entrar. 

Abrió los ojos sorprendido al verme, al parecer creyó que no vendría. Aunque iba a pasar de largo pero tal vez me sienta mejor si hablo con él. Le sonreí y me senté al lado contrario, quedando frente a él. Sentí un poco de tranquilidad, pero el dolor seguía aún en mi corazón. La mesera se acercó a nosotros y nos sonrió con amabilidad. 

-¿Qué desean?

-Un helado de menta, por favor.-pedí tratando de sonar lo más educado posible, no quería desquitar mi dolor y rabia con nadie. 

Back to me ↛ JikookOù les histoires vivent. Découvrez maintenant