Capítulo 32

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Jin abrió la boca, impactado. Se quedó así por unos momentos en una especie de shock. Me reí por su reacción y él pareció volver a la vida porque me golpeó en la parte trasera de la cabeza haciendo soltar un quejido de dolor.

—¿Qué mierda te pasa, Jungkook? ¿Estás loco o qué demonios?—espetó frunciendo el ceño, molesto.

—Lo siento, hyung.—bajé la mirada, observando mis pies. Me sentía realmente culpable y tonto.—Fue algo repentino.

Jin suspiró frustrado.—Está bien, lo sé, no es tu intención pero será mejor que pongas en orden tus pensamientos.

Asentí, sin decir nada, las palabras huyen de mi boca. Jin me dio una última mirada de advertencia para luego salir a su habitación dejándome completamente solo. Me aproximé a la pared más cercana y me deslice en ella, sentándome en el suelo como un idiota.

¿Qué me está pasando?

No entiendo que sucede. Quiero llorar, mi estómago se revuelve mezclándose con un sentimiento de culpa tan grande que me dan arcadas, obligándome a querer vomitar. Me siento fatal, no le he sido infiel a Jimin en ningún momento, pero estos sentimientos me hacen sentir todo lo contrario, sucio y despreciable.

Recuerdo el primer día que entré a la banda, ya conocía a Rap Monster, fue gracias a él que quise pertenecer a Big Hit. Pero aún así, la primera persona en hablarme fue él, con su sonrisa cuadrada y su rareza extrema, no tardamos mucho en ser mejores amigos. Estábamos prácticamente unidos. Si llamaban a Taehyung, aparecíamos los dos. Si me llamaban a mí, hay estaba Taehyung también. Eramos prácticamente inseparables.

Siempre lo vi como un buen amigo, lo quiero mucho. Pero este sentimiento se siente tan fuerte, es un cariño tan grande que lo quiero apretujar en mis brazos hasta asfixiarlo. Cada vez que sonríe me da una inmensa alegría, me hace estar tranquilo. Cuando estamos muy cerca, extrañamente no me siento nervioso pero si un poco inquieto por el hecho de estar confundido con mis sentimientos.

No se cuanto tiempo estuve tirado ahí pero ya me dolía el trasero, sin embargo no me levanté. Mi mente seguía perdida en los recuerdos y sumida en la miserable culpa. Alguien trató de abrir la puerta pero no podía con el peso de mi cuerpo. De un leve empujón me quito del medio, tirandome a un lado.

—¿Jungkook? ¿Qué demonios haces tirado ahí?—imquirió Taehyung con confusión.

Su rostro estaba ligeramente asomado por la puerta y sus cejad estaban juntas en una mueca de extrañeza. Me reincorporé y no dije nada. Taehyung entró a la cocina y cerró la puerta con cuidado. Se sentó a mi lado no sin antes dejar las bolsas de compras en la mesa.

—¿Qué sucede contigo, Jungkook?—cuestionó suavizando su voz, jugando con un mechón de mi cabello.

—No lo sé. Estoy confundido.—solté un suspiro lleno de cansancio.

—¿Sobre qué?—dejó de tocar mi cabello concentrándose en mi rostro con una expresión de seriedad.

—Sobre mis sentimientos.

Taehyung carraspeo, aparentemente incómodo.—¿Te pasa lo mismo que a mí, no es cierto?

—¿Q-Qué?—tartamudee con los ojos abiertos de la impresión, creo que escuché mal.

—Últimamente estoy sintiendo algo extraño por ti, Jungkook. Y no se compara con lo que siento por Hobi, no le llega ni a los talones. Pero igual sigue ahí, vivo.

Abrí la boca ligeramente, con las cejas alzadas.—Es exactamente lo que yo siento.

Taehyung comenzó a reír a carcajadas. Le seguí el juego porque de alguna forma esto es muy gracioso. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos pero no podía detenerme, ya me dolía la barriga.

Back to me ↛ JikookWhere stories live. Discover now