Back to me ↛ Jikook

Capítulo 37 (Final)

Increíble. Simplemente sorprendente. No puedo creer que Park Jimin, este frente a mí, pidiéndome que me case con él. En otros momentos ni siquiera lo habría imaginado, me reiría burlonamente retirando toda realidad, sin embargo, justo ahora, no se como reaccionar. Ni siquiera se si es realmente cierto lo que está sucediendo, a juzgar por su expresión esperanzada se que es real, algo nítido y tangible.

Tragué saliva con fuerza, con la intención de desviar todo sentimiento de nerviosismo lejos y fallando en el intento. Dirigí mi mirada a sus ojos temiendo ver la confusión tan palpable, el miedo floreciendo en su expresión. Desvié mi vista hacia el suelo, absorbiendome a mí mismo en mis propios pensamientos. ¿Qué debo decirle? Es decir, lo amo y claro que estoy feliz pero, ¿Qué dirán los demás? ¿Y como se lo diremos? ¿Las fans estarán decepcionadas? Mejor dicho, ¿Si quiera se lo diremos? No quiero vivir escondiendo lo que siento, tengo miedo de todo lo que decirle que sí implica.

Jimin se levantó y se acercó a mí, al notar su cercanía retrocedí dos pasos hacía atrás, instintivamente, como un acto reflejo de sentir su tacto y gritarle que sí, dejándome llevar por los sentimientos. Abrí la boca para decir algo pero nada salió de ella, se atoraban en mi garganta por el doloroso nudo que me impide hablar. Me acerqué un poco con la intención de calmarlo, no quiero que piense en cosas que desde luego no son ciertas, como el hecho de que ya no lo amo, peor aún, que nunca lo amé. No obstante, se alejó considerablemente con una expresión dolida en su rostro.

—Jimin... L-Lo siento, yo...—mi voz se quebró sin poder evitarlo, duele.

—¿Qué sucede, Jungkook? ¿A caso no quieres estar conmigo? ¿Qué diablos te está ocurriendo?—alzó la voz, mezclando su tono con el dolor y el enojo.

—Jimin, no es eso. S-Solo necesito...—balbucee, tomando largas respiraciones a medida que hablaba.

Mi cuerpo reaccionó por instinto, mientras mi mente se consumía en un vacío inexplicable. Cuando me di cuenta, ya estaba fuera de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí, apoyando mi cabeza en ella. ¿Qué estoy haciendo? Lo estoy lastimando. No logró pensar en una respuesta clara, necesito tranquilizarme. A lo lejos mi mirada se centró en una habitación en particular, y solo pude pensar en él, quizás sabrá que aconsejarme. Reanudé mi camino y toqué varias veces insistentemente sin obtener respuesta alguna. Cabreado, la abrí de golpe sin importarme una mierda si hacían algo privado o no.

La imagen asquerosa frente a mí me ocasionó severos daños mentales, por eso le pido a Dios que no me de un derrame cerebral. Y no es para menos, Taehyung y Hoseok besándose y haciendo mimos como si fueran unos tórtolos en su último día de vida. Carraspee escandalosamente tratando de llamar su atención sin éxito alguno. Sintiendo como la sangre comenzaba a hervirme de la impaciencia, busque con la mirada algo que me ayudará y, ¡bingo! Agarré un zapato y se los lancé con fuerza, haciendo que se separaran de inmediato, entre gruñidos y groserías.

—¿Qué diablos te sucede?—chilló Taehyung con exasperación.

—¡¿Estás loco, verdad?!—le siguió Hoseok, evidentemente molesto.

—Sí, sí, como sea.—le resté importancia, encogiéndome de hombros.—Necesito hablar contigo, Taehyung. Es importante.

Él recién nombrado centró sus ojos en los míos, buscando señales de mentira o burla, las cuales claramente no encontró y sólo suspiró dándose por vencido. Le hizo señas a Hoseok para que nos dejará solos, al principio protestó pero al ver que era algo serio, desistió. Se levantó un poco tenso, incómodo e inseguro, pude notarlo al sentirlo pasar a mi lado, con un aura de impotencia. Que lindo, Hope, tan celoso como siempre. Descarté mis absurdos pensamientos y me acerqué a Taehyung, sentándome a su lado.