Capítulo 26

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Pov Jungkook

Aburrido. Así es como me siento ahora, sin Tae ni Jimin, sin nadie a quien molestar. Lo acepto, extraño a Jimin, a pesar de haberlo visto antes de irse ya me hace falta. Y comienzo a preocuparme también, porque no ha vuelto y ya es de noche.

Suspire con pesadez. Mi relación con él iba mejorando, pero aún es difícil, él sigue con Suga y yo de idiota estoy aquí, sin embargo no puedo alejarme. Lo quiero y no pienso darme por vencido. Es decir, soy Jeon Jungkook, mi orgullo es igual de grande que mi persistencia así que no me rendiré nunca.

Bien, tampoco que "nunca" pero no tan fácilmente. Llegará el día en el que Jimin me llame "amor", me abrace y me bese con normalidad sin sentir culpa,  ni remordimiento, sólo felicidad y una tremenda libertad.

Un ruido extremadamente fuerte proveniente de la planta baja me sacó de mis cursis pensamientos. Me levanté con rapidez de la cama casi tropezando en el transcurso y con el corazón en la garganta corrí hasta la cocina. Jimim había dejado caer un vaso de vidrio, eso causó el ruido y sinceramente me preocupe aún más al ver su mirada perdida, inmóvil.

Me acerqué un poco dudoso pero al fin y al cabo era Jimin, lo más lejos que puede llegar a hacerme es cosquillas pues lo de defensa personal, es lo mío y lastimosamente nunca fue lo suyo. Lo abrace por la espalda apoyando mi mentón en su hombro, sonriendo sin poder evitarlo.
—¿Qué pasa, bebé?—murmuré en su oído, frotando mi nariz en su oreja con lentitud provocándole suaves cosquillas.

Él pareció sorprendido por como lo llame, y debo admitir que hasta yo lo estaba pero él últimamente solo saca mi lado cursi-romántico a flote.

—Estoy bien, lo siento. Fue un accidente, estoy un poco distraído.—balbuceó con la voz ronca, bajando la mirada al suelo.

Algo dentro de mi se apretó y una fuerte presión se instaló en mi corazón. Canturee una canción de niños en su oído haciéndolo reír. Su risa es como una hermosa melodía, como si solo necesitara eso para sentirme bien.

—¿Qué es tan gracioso? Cuando quieras ver Mickey Mouse no te voy a dejar.—sentencié cruzándome de brazos fingiendo molestia.

Jimin soltó una carcajada llena de burla envolviendo sus brazos en mi cintura. Todo dentro de mí se incendió y tuve que bajar un poco el rostro para que no notara mis mejillas jodidamente sonrojadas.

—No estés enojado, ¿ok? Así te veras mas viejo, cariño.—sonrió socarronamente sobre mis labios haciéndome tragar saliva.

Caí en cuenta de sus palabras y juró por la poca cordura que me queda que parecía un jodido tomate. Escuchar que me llame así me da tanta vergüenza y a la vez me hace flotar.

—¿Qué me darás a cambio de mi enojo?—levanté una ceja, desafiante.

—Un beso.

No parecía mala idea. Pero no. Quiero saber la razón por la que estaba así, sin embargo no quiero romper la atmósfera linda que se había formado.

—Quiero que seas mi novio.—hice un puchero con mis labios, mirandolo a los ojos con intensidad.

Él pareció congelarse. Se alejó de mí como si de pronto yo fuera un extraño que quiere dañarlo. Algo dentro de mí se rompió y sentí como el estómago se me revolvía como un huracán. Había decidido que preguntarle sobre la causa de su repentino estado de ánimo no era lo mejor y dije lo primero que se me pasó por la mente, aun así terminé arruinándolo.

—Eh... No, quiero decir, es una broma. No era en serio...—tartamudee temblando ligeramente por los nervios y ese sentimiento abrumador que me formaba un nudo en la garganta.

Back to me ↛ JikookWhere stories live. Discover now