Capítulo 28

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Nervioso. Las piernas me tiemblan como gelatina y mi corazón no deja de latir desesperadamente. Justo ahora me encuentro con los ojos vendados subiendo una infinidad de escaleras que no parecían tener fin.

Luego de bañarme y arreglarme, salimos camino a la cita "sorpresa" que Jimin me había preparado. Sin embargo, la condición eran las ventas en los ojos para que no pudiera adivinar el camino y vaya que funcionaba, solo veo negro y mas negro.

—¿Cuánto falta?—me quejé haciendo un puchero a la nada debido a mis ojos cegados.

Él soltó una risita burlona.—No seas impaciente. Falta poco.—pellizcó mis mejillas provocando en mí un leve sonrojo.

Me crucé de brazos fingiendo estar enojado. Jimin trató de hacerme cosquillas, cosa que logró, para luego reírse al ver mi cara de foca retrasada en proceso de risa. Si, ya ni pienso bien. Escuché como Jimin le indicaba al conductor que se detuviera. Me tomó de la mano para guiarme sin que terminara sin dientes con la cara en el piso.

Comenzamos a subir escaleras y puedo jurar que ya llevaba mas de 50 escalones y parecía nunca tener fin. Trascurrieron unos minutos mas y por fin pude tocar suelo firme. Casi lloré de la emoción. Jimin me agarró de la cintura provocando en mi estómago las tan conocidas mariposas y donde puso su mano, un terrible cosquilleo.

—¿Listo?—susurró cerca de mi oído enviando corrientes de electricidad a mi cuerpo.

—S-Sí...—tragué saliva con fuerza tratando de olvidar los nervios.

—Bueno. Uno, dos...—enumeró extendiendo sus manos hasta mi cuello haciéndome cosquillas a propósito.—Tres.—desató la cinta que estaba en mis ojos lo que me hizo sentir extraño.

Mi vista se tardó un poco en acostumbrarse a su entorno y cuando deje de ver borroso casi grito de la emoción. Estábamos en la cima de un lugar muy alto y se veía un gran puente por el cuál transitaban muchos autos, gran parte de la ciudad estaba frente a mis narices. Irónico porque ocupa casi toda mi cara, para que mentir.

Me quede sin palabras, simplemente no podía creerlo. Me giré quedando frente a su rostro que se contrajo en una expresión de preocupación mezclada con nerviosismo. Y una mirada expectante.

—¿Y...?—me incitó a hablar.

—¡Me encanta!—grité sonriendo de alegría.

Me abalancé a sus brazos y lo apreté con todas mis fuerzas. Él me correspondió de la misma manera. Me sentía tan feliz, tan querido, tan completo. Todo dentro de mí quería explotar, es como una fiesta donde muchas personas bailan y festejan.

—Me alegra que te haya gustado.—sonrió con ternura.

Reí con diversión. Me encantaba verlo con esa sonrisa tan linda. Siendo tan tierno. Tan hermoso. Tan...él. Le sonreí una última vez para luego girar sobre mis pies y observar el paisaje tan precioso como lo era el de esta ciudad.

Los carros transitaban, me costaba observar con claridad a las personas desde este lugar, parecen pulgas que caminan por un espacio tan grande. Jimin apoyo sus brazos en el barandal observando junto a mí, todo Seul.

—¿Por qué me trajiste aquí?—pregunté con interés.

Él sonrió de forma ladina.

—Verás... Un día salí corriendo sin rumbo fijo, estaba muy enojado y no se porque carajos cuando vi esta escalera interminable comencé a subirla rápidamente, como si fuera ejercicio.—se rió de si mismo para continuar diciendo:—Entonces encontré este lugar cuando llegué a la cima, me sentí mucho mejor creeme. Y lo peor es que sólo pensaba en una persona.—confesó mirándome directamente a los ojos.

Back to me ↛ JikookWhere stories live. Discover now