5. Lucha y vencerás.

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Canción en multimedia: Red - Never Be The Same


¡¿Blair?! ¡Blair! ¡Contesta, maldición!

Escucho los gritos desesperados de Robert al otro lado del teléfono. Quisiera contestarle, pero estoy tan aturdida que me cuesta sacar las palabras de mi garganta. Intento no soltar sollozos para que mi hermano no se preocupe más. Ya suficiente tiene con Cynthia. No quiero que se angustie por mí.

¡Blair! ¡Contéstame o iré a buscarte a Los Ángeles, maldita sea! ¡Blair!

—Hermanito... —murmuro con voz quebrada. Me siento tan asustada, y no entiendo nada... solo sé que estuve a punto de morir.

¡¿Qué rayos pasa, Blair?!

Sonrío y niego con la cabeza. No, no pasa nada. Solo que casi soy asesinada, nada grave en realidad. Pero no puedo decírselo. Es capaz de que viene a Los Ángeles y me busca por toda la ciudad. Es capaz incluso de poner carteles de desaparecida por todas partes.

—No... no es nada —digo, y río un poco para aminorar la tensión.

—Mierda, Blair, no me asustes así. ¿Qué te pasó?

— ¿Uh? Nada. ¿Por qué lo dices? —murmuro, pero mi voz entrecortada me pone en evidencia.

— ¡Por Dios, Blair! No soy idiota. Solo hay que oírte para saber que algo grave te pasó —expresa con voz contundente.

—Alucinaciones tuyas, eso es.

Ahora que lo pienso, Robert no sabe acerca de mi nuevo empleo. Y no necesita saber. Porque renunciaré. No voy a exponer mi vida a manos de un loco solo para convertirme en una escritora reconocida. Si tan solo sigo persistiendo, si sigo tocando puertas de editoriales aquí en Los Ángeles, encontraré la forma de hacerme conocer y que mi trabajo sea reconocido. La idea suena perfecta, pero de inmediato pienso en el apartamento en el que estaba viviendo. No tengo dinero para pagar otro mes. ¿Cómo se supone que voy a sobrevivir si ni siquiera tendré en donde quedarme cuando salga de aquí?

¿Y si vuelvo a casa? Así todos mis problemas se solucionarían... excepto que no lograría cumplir mi sueño. El trabajo de tanto tiempo, horas y horas escribiendo, editando y corrigiendo... tiradas a la basura. No sé qué hacer. Además si regreso, mis padres estarán felices. Fueron ellos quienes me echaron de su casa, y después empezaron a rogar por que regresara. Porque creen que no tengo el poder para convertir mi afición en un trabajo. Porque ellos hacen parte de la larga lista de personas que no han creído en mí a lo largo de mi vida. Y si regresara, solo les daría el gusto y eso es algo que no pienso hacer.

En especial a mamá. No pienso darle el gusto de verme caer.

Blair, presiento que no estás bien allá en Los Ángeles... tal vez deberías-

—No lo digas—lo interrumpo, prediciendo lo que me quiere proponer—No regresaré a casa.

No iba a decir eso—asegura—. Iba a decir que podrías venirte a vivir con Cynthia y conmigo.

—No, Robert. Cynthia y tú ya tienen su vida armada—manifiesto en desacuerdo—. Y Cynthia tiene cáncer. No puedes estar preocupándote por mí.

¿Pretendes que te deje así como así? —pregunta con un tono molesto al otro lado del teléfono.

—Así como así no —murmuro. Me siento horrible por tener que mentir, pero será lo mejor en este momento. No quiero lidiar con más problemas—. Yo... ya tengo un trabajo.

Corazón de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora