V

268 41 2
                                    


Al siguiente día, justamente en la hora del almuerzo, me quedé en el salón, sentado en mi asiento al frente de la clase, escuchando un poco de música con mis audífonos mientras esperaba a que mis amigas fueran al baño juntas, algo típico de mujeres, a lo cual me había acostumbrado ya. Sabía que se iban a tardar, ya que siempre lo hacían, así que me puse cómodo en mi lugar.

Pero en ese momento fue cuando te acercaste a mí, Frank.

Cuando alcé la vista al advertir una presencia de pie en frente de mí, pude observar a un chico ligeramente más bajo que yo, de bonitos ojos color avellana, de piel tostada, de cabello castaño y corto, quien tenía una pequeña sonrisa cordial dibujada sobre sus labios mientras me observaba fijamente. Me retiré los audífonos con lentitud y sonreí de vuelta, con cierta incomodidad al hacerlo, porque nunca me ha gustado que me observen tanto, y además tenías una mirada bastante penetrante.

"¿Eres amigo de Ray?" Preguntaste de forma amable, escrutando mi rostro con cierta curiosidad y sin borrar aquella deslumbrante sonrisa sobre tus labios. Y yo, ante la mención de mi amigo de afro castaño, reaccioné y recordé lo que me había dicho éste por mensajes el día anterior.

"Ah sí, tú debes ser Frank ¿Cierto?" Respondí de inmediato, observando tu rostro con igual curiosidad y recordando la foto que tenías en tu página de Facebook. En ese momento pensé que eras más bonito en persona, ciertamente.

"Sí, soy yo, mucho gusto" Me tendiste una de tus manos y la tomé con amabilidad. Estábamos saludándonos de una manera demasiada formal para ir en primero de preparatoria, pero era algo sin importancia, que me había agradado de ti de alguna extraña manera.

Al dejar de tomar tu mano, sentí un extraño cosquilleo en la parte baja de mi abdomen, pero lo ignoré y seguí sonriéndote de forma un tanto tímido, porque repitiendo lo dicho con anterioridad; jamás fui bueno socializando "Igualmente... ¿En qué especialidad vas?" Cuestioné, arqueando una de mis cejas para tratar en vano de hacer un poco de plática porque me habías agradado.

"En la misma que tú, o al menos eso fue lo que me dijo Ray" Te encogiste de hombros mientras respondías y te rascabas ligeramente la nuca, sin borrar esa sonrisa que me estaba comenzando a incomodar en ese momento.

"Parece que estaremos juntos entonces" Murmuré ladeando la cabeza ligeramente con cierta diversión al hablar. Nuestros ojos se miraban mutuamente, como si ellos mismos tuvieran su plática privada ajena a la que nuestros labios pronunciaban "Es extraño que no te haya conocido antes, cuando teníamos un amigo cercano y en común como lo es Ray" Dije sin pensarlo realmente y solo me di cuenta de que lo había pronunciado cuando te escuché reír de forma encantadora. Tenías una muy bonita risa, muy infantil por cierto.

"Pienso lo mismo" Asentiste con la cabeza, sonriendo de forma divertida al ver mis intentos vanos de tratar de socializar contigo, siempre fui muy obvio con ese tipo de cosas "¿Ibas a comer?" Arqueaste ambas de tus cejas al preguntar y señalaste hacia la puerta del salón con una de tus manos. Asentí con la cabeza mientras mordía mi labio inferior. En ese preciso momento me tomaste del brazo suavemente con tu sonrisa intacta en tu rostro y siempre me pregunté si no te dolían los labios de tanto sonreír "Comamos juntos, ven, te presentaré a otros amigos" Sin esperar respuesta alguna de mi parte, me jalaste hacia el otro extremo del salón. Ahí habían dos chicas y un chico, los cuales me presentaste con cordialidad mientras yo solo te obedecía sin chistar "Vamos a comprar de comer y volvemos a comer aquí ¿Les parece?" Exclamaste sonriendo divertido y de forma amplia, aún sin soltar mi brazo. La sensación que me provocaba eso, me agradaba bastante y eso que aún no sabía que era lo que pasaría después.

Todos asintieron y salimos a comprar de almorzar en la cafetería de la escuela. Ambos comenzamos a llevarnos de maravilla, y era muy extraño que alguien como yo, congeniara tan bien con un casi desconocido como lo eras tú. Pero, por más extraño que me pareciera, la plática entre ambos era muy amena y se desglosaba sola, bromeábamos y reíamos como si nos conociéramos de toda la vida.

Y entonces, en ese momento, me di cuenta de que serías muy especial para mí.

It's better off this way; frerard; gerbert.Where stories live. Discover now