IV

279 45 1
                                    

En una tarde después de un día bastante satisfactorio, llegué a casa con una sonrisa llena de felicidad. Tiré mi mochila en el interior de mi habitación para después recostarme en la cama, y con mi celular rápidamente ingresé a mi red social personal, encontrando a mi paso, mensajes de algunos amigos de la secundaria con los que todavía mantenía cierto contacto en ese entonces. Esos amigos, en la actualidad, por desgracia desaparecieron con el tiempo, pero algunos continuaron a mi lado a pesar de eso. Uno de estos afortunados, fue Ray; un chico bastante alto, de tez tostada, labios gruesos, ojos color chocolate y un llamativo afro castaño. Su mensaje decía algunas tonterías sin importancia, para después finalizar con una pregunta bastante interesante, que llamó mi atención.

Ray Toro: ¿Conoces a un tal Frank Iero? Va en tu salón de cursos en la preparatoria.

En ese instante, no pude evitar mirar extrañado el aparato blanco entre mis dedos, con una ceja levemente arqueada mientras me mordía el labio inferior, intentando hacer un poco de memoria ante las letras que componían, para ese entonces, el desconocido nombre.

"No, no que yo recuerde supongo"

Finalmente respondí con sinceridad, dándome por vencido de que no me sonaba ese nombre por ningún lado en mi cerebro, y después observé como mi amigo escribía.

Ray Toro: Estoy hablando con él, me enteré que está en tu misma escuela y también me dijo que está en el salón C7 ¡En el mismo que tú!

Al leer aquello, arqueé mis cejas con algo de confusión, tratando arduamente de recordar aquel nombre que me proporcionaba mi amigo de afro castaño, pero por aquel mísero momento, no tenía la menor idea de que se trataba de ti. Si hubiera adivinado lo que pasaría, créeme que jamás hubiera dado respuesta a los mensajes de Ray.

"Sí, voy en ese salón, pero creo que no sé quién es ese tal Frank Iero"

Ray Toro: ¡Pero va ahí contigo, que coincidencia!

"¿Y de dónde lo conoces tú y por qué yo no lo conozco?"

Ray Toro: Es de la secundaria pero iba en la tarde, y no sé, creo que porque tú siempre te ibas temprano y yo me quedaba vagando en el turno vespertino. Además, yo solía hablar con él por Facebook, y muy pocas veces nos veíamos en la escuela.

"Oh, ya veo. Supongo que mañana lo veré y le hablaré"

Ahora, sé y comprendo que ese fue mi error.

Ray Toro: Te caerá de maravilla, es un amor de persona ¿Sabes?

Sonreí hacia la pantalla con cierta diversión por las palabras escritas por mi amigo con afro castaño, pero de igual forma me encogí de hombros segundos después, restándole la importancia debida al asunto. Pero era verdad, eras un amor de persona, y yo lo comprobé tiempo después.

Me di cuenta de que Ray me mencionó en una publicación junto a ti, en donde decía algo relevante a la coincidencia de que íbamos en el mismo salón. Curiosamente, al abrir la notificación de la mención, mis ojos directamente observaron la pequeña foto que mostraba tu perfil a lado de tu nombre 'Frnk Iero', tratando en vano de recordar si te había visto en mi salón de clases, pero en ese preciso momento no lo recordé.

Pero, exactamente esa fue la primera vez que supe de tu existencia, Frank.

It's better off this way; frerard; gerbert.Where stories live. Discover now