Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN]

02: La Chica

De inmediato me preocupé al haberla herido y empecé a reincorporarme.

— ¡Ay no! Lo siento—me disculpé—. Te ayudo.

—No... no te preocupes yo puedo sola—intentó pararse pero casi cae de nuevo, por suerte alcancé a sostenerla—. Carajo... ¿acaso juegas football o algo? —bromeó, pero aún no me miraba.

—Ehh... sí...—dije algo extrañado pues esta niña parecía no ubicarme.

¿Quién carajos no sabría quien soy?

Entonces fue cuando ella me miró y los ojos se le abrieron de más.

— ¡Dios...! Sí lo haces...—dijo atónita.

Entonces realmente la miré.

Wow... era bastante... bastante guapa: tez blanca, ojos azules, cabello ondulado y negro...

Fue como una visión.

Era... era... lo más cercano que había visto a la perfección y me hizo sentir algo que jamás en mi vida había sentido por nadie y no tuve idea de por qué...

Fue como si hubiese recibido una descarga que paralizó todos mis sentidos, una chispa encendiendo algo que llevaba años apagado.

Me parecía conocida de alguna parte y sin embargo jamás la había notado... lo cual lamenté mucho.

—Me parece que te he visto...—le dije pensativo.

Ella me miró y sonrió.

—Estamos en los mismos salones de Trigonometría, Cálculo y Biología—me respondió encogida de hombros y luego siguió mirando hacia su tobillo lastimado con muecas.

— ¿Estás bien? Debería llevarte a la enfermería.

—Tranquilo Jake, estoy perfectamente bien... lo juro.

—No estaré tranquilo hasta estar seguro... quieras o no iremos—insistí.

La hermosa chica torció los ojos y después dio un largo suspiro.

—Bien—aceptó por fin.

Entonces la acompañé a la enfermería.

De camino noté que estaba haciendo un esfuerzo al caminar y hacía muecas mientras se quejaba en silencio, por mi experiencia con los golpes al jugar football supe que si seguía así se iba a lastimar aún más, por tanto, decidí cargarla.

— ¡¿Q-qué demonios haces?! ¡Suéltame! —protestó.

—No te estoy pidiendo permiso. No te voy a soltar.

— ¡¿Por qué?!

Yo seguía mirando al frente.

—Porque si sigues caminando te lo vas a lastimar más, además yo soy responsable de tu caída y soy responsable de llevarte a la enfermería.

Seguí caminando, notando los pucheros de fastidio de la chica, algo que me estaba haciendo reír; cuando llegamos a la enfermería, la enfermera nos recibió amable y preguntó qué había sucedido, lo cuál explique mientras ella revisaba el tobillo de la chica.

—Realmente no tienes que quedart...—empezó a decir la chica hasta que fue interrumpida por un movimiento un tanto brusco de la enfermera—  ¡Auch! —exclamó.

—Solo te lo torciste, dulzura, no es gran cosa pero debes cuidarte, aplicaré este ungüento y después te pondré una venda. Estarás bien pero requieres de un poco de reposo, nada de esfuerzos hasta que te sientas mejor—dijo la amable enfermera.

Después le aplicó el ungüento y al disolverse por completo le puso una venda.

—Listo, ya está.

—Ok... muchas gracias—dijo ella con una sonrisa muy linda.

—Les daré algo de privacidad en lo que voy por el libro de registros para apuntarte—anunció la enfermera mirándonos a ambos y luego se fue.

La chica y yo nos quedamos en silencio por algunos segundos mientras ella reposaba un poco, pude notarla tararear en voz muy baja mientras miraba al techo.

—Así que... Biología, Cálculo y Trigonometría... ¿eh? —dije y ella me volteó a ver.

—Sip—respondió ella.

—Me siento mal por no haberte notado.

—Bueno... no te culpo, Jake... es decir... tú eres un mariscal, eres como la estrella del Instituto... yo solo soy una chica intentando sobrevivir la prepa—respondió algo cohíbida y dejándome sin palabras.