37: Mamá Reflexionando

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No me sacaba de la mente al estúpido de Decker y las palabras que dijo sobre Ally para hacerme enfadar.

Ally, amigo, solo piensa en Ally, sabes que eso es lo que realmente te calma siempre.

Efectivamente pensar en Ally fue lo que me mantuvo tranquilo todo el día, ya no miraba mi cama igual, ahora era diferente ya que mi novia y yo habíamos hecho el amor aquí. Sonreí, cada que pensaba en eso una sonrisa muy grande se aparecía en mi cara.

Mire el reloj. Eran las 6:00 así que aún tenía una hora y media para llegar al auditorio del orfanato donde se presentaría Ally, su show empezaría a las 8:00 pero prefería llegar ahí con tiempo para estar en primera fila y verla más de cerca.

Tomé una ducha y saliendo fui a mi cuarto y lo cerré con seguro para que nadie molestara mientras me vestía. Me vestí con un pantalón y me puse una playera negra. Comencé a peinarme y escuché que un auto se estacionó, no le tomé importancia sino hasta que escuché a Freedie y a Ben haciendo alboroto escaleras abajo.

¡Dios! Adoraba a estos niños ¿pero no podrían ser un poco más silenciosos?

Decidí bajar a decirles que guardaran un poco de silencio.

—Chicos los quiero ¿Sí? ¿Pero no podrían al menos guardar un poco de silencio por cinco minutos? —dije llegando abajo.

Levanté la vista y vi además de mis padres y a mis hermanos a dos adultos de la tercera edad.

— ¿Así es como saludas a tus abuelos? —dijo mi abuelo—. Tenemos tiempo sin verte Jake ¿y así nos recibes? —completó con una sonrisa.

—Claro que no, abuelo, es genial verlos—le di un abrazo a los dos pero la abuela fue quien me retuvó más tiempo.

—Nada más mírate, Jake... te ves tan guapo ¿vas a salir a algún lugar?

Sonreí.

—Sí, de hecho sí, abuela—dije rodeándola con un brazo mientras íbamos a la sala.

—Seguramente con alguna chica afortunada ¿Eh Jake?—dijo el abuelo.

Me mordí el labio mirando al suelo.

—De hecho... yo soy el afortunado.

Mis abuelos levantaron las cejas sonriendo.

— ¿Tan así estan las cosas?

Asentí humedeciendo mis labios aún sonriendo tontamente.

— ¿Cómo se llama?

—Ally, Ally Summers. Y es maravillosa, no tienen una idea...

Y entonces fue mamá me trajo a la realidad amargándome de nuevo el momento al fin hablándome después de casi dos meses.

—¿No crees que estás pasando mucho tiempo con la niña esa? Ya sabes lo que pienso de ella.

—Linda no...—dijo papá acercándose a ella queriendo evitar que yo me enojara.

Torcí los ojos y la miré, la verdad era que no tenía muchas ganas de enojarme o pelear ahora.

—Ya mamá, es suficiente, en serio ¿Por qué desde que salgo con ella te has empeñado en juzgarla cuando no tienes ni la mínima idea de lo que ella ha pasado?

Mamá me miró con ojos abiertos, sorprendida de que no le grité.

—Voy a ir a verla. Se presentará en un show de beneficencia para niños de un orfanato. Le encanta ayudar a las personas que lo necesitan y no importa cuan mal se sienta siempre se preocupa más por los demás. Yo jamás había amado a alguien como la amo a ella. Cuando ella me mira es como si algo se encendiera dentro de mí.

Por un momento, creí que mamá no sabía qué decirme.

—Hijo... yo... lo lamento. Es que nunca nos preocupamos por saber con quién estabas y cuando dijiste que salías con esa chica yo simplemente empecé a pensar que no te tomaba importancia por cuidar de tus hermanos y creí que era tiempo de hacerlo, solo quiero que tú estés bien y seas feliz y pensé que...

— ¿Que Ally no era buena para mí? Mamá yo era un idiota hasta que ella llegó a mi vida, ella ha sacado lo mejor de mí, me ha hecho cambiar, estando con ella puedo ser yo sin máscaras. Ya no me importa estar con nadie más que con ella, a pesar de que tenga un día horrible siempre hace que me sienta mejor. Incluso quiso que ignorara como te portaste con ella para que tú y yo estuviéramos bien. Ella también me ama y soy profundamente feliz con ella como no tienes ni idea.

—Michelle...—dijo la abuela acercándose a nosotros—. Hazle caso, mira lo feliz que es ¿Crees que yo no tuve dudas cuando empezaste a salir con John? Cuando vi lo mucho que te amaba y lo feliz que era me di cuenta de que si él era feliz nada más importaba.

—Creo que tiene razón—dijo mamá soltando un suspiro y acercándose a mí—. Jakey, lo lamento—entonces me abrazó.

Al principio me quedé inmóvil y extrañado creo que no abrazaba a mamá desde que tenía como 14 años y es que nuestra relación se fue deteriorando desde que nos mudamos aquí.

Terminé abrazándola, creo que la extrañaba de verdad.

—Creo que no eres el único al que le debo una disculpa. Deberías traer a... ¿Ally? —asentí—. A Ally mañana, me gustaría hablar con ella.

— ¿En serio?

—De verdad, hijo. Quiero conocerla bien, esta vez sin juzgar.

La abracé de nuevo.

—Gracias mamá.

Después estuve un tiempo ahí hasta que dieron las 7:30 y salí de la casa para irme al show.

Al casi llegar, antes de entrar fui a comprar unas rosas para Ally.

A ella le encantaban las rosas y la haría muy feliz el que yo le regalase unas, me imaginaba como estaría ahora, desde ayer estaba muerta de nervios, pero estaba seguro de que todo saldría bien y ella demostraría su talento.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt