41: Mártir Estúpido

428 33 2
                                    

Me quedé sentado afuera de la dirección mientras Grayson hablaba con el director para que llamaran mis padres.

Mire mis nudillos, estaban algo morados y me empezaban a doler un poco.

No podía dejar de pensar en el rostro de Ally, en como me veía pensando que yo no la amaba cuando en realidad era todo lo contrario. La amaba, no podía dejar que las cosas se quedaran así.

Conociendo a Ally sería muy difícil pero sabía que sin ella nada volvería a tener sentido.

Esperé impaciente hasta que Grayson salió.

—Tú y yo jovencito hablaremos de esto después, espera a que tus padres lleguen para entrar con el director. Logré convencerlo de no darte un castigo mayor pero aun así, tiene que ser la última vez que pasa algo como esto.

—Gracias entrenador—dije estrechando las manos con él.

Volví a sentarme y después de un rato vi a mis padres acercarse. Sus rostros reflejaban pura preocupación.

—Hijo ¡¿Estás bien?! ¡¿Qué ocurrió?! ¡¿Por qué nos llamaron?!—dijo mamá preocupada tocando mi cara.

—Mamá estoy bien, físicamente estoy bien, golpeé a alguien porque se metió conmigo y por eso los llamaron.

— ¿A quién golpeaste? —preguntó papá.

—A un chico que...

—El director los espera—me interrumpió una de las secretarias.

—Hablaremos sobre esto en cuanto salgamos—dijo papá y yo asentí

Cuando mamá, papá y yo entramos a la oficina del director nos sentamos frente a él.

—Esta es la primera vez que estás aquí por problemas, Jacob—dijo el director Andrews.

— ¿Qué fue exactamente lo que ocurrió, Director? —preguntó mi mamá.

Andrews juntó ambas manos y acercó su torso.

—Jacob es el mejor deportista de su generación y tiene un promedio y comportamiento excelente por eso me sorprendió demasiado enterarme de lo que sucedió. El entrenador Grayson me explicó que Jacob llegó a media clase de educación física a golpear a alguien sin razón alguna—el director me miró—. Estamos conscientes de que Stan Decker no tiene el mejor expediente, pero Jacob aun así eso no te da el derecho de llegar a golpearlo sin razones y por lo que tengo entendido él no se defendió.

—Yo sí tuve mis razones—me defendí.

— ¿Qué razones?

—Él...—no podía decirle de Ally porque era algo que a él no le importaba—... se metió conmigo, lo único que quiere es volver a ser quarterback, y se ha metido conmigo durante 3 años, cada persona tiene su límite y él pasó ese límite.

Andrews asintió y tomó aire, probablemente para responder a mi argumento.

—Director, ¿me llamó? —escuché esa voz que tanto odiaba.

Volteé y ahí estaba Decker, todo sangrado y con una pequeña bolsa de hielos que sostenía para aminorar el dolor. Eso me hizo ponerme todavía más enojado.

¡Ese pendejo...! Yo ni siquiera lo dejé tan así.

—Sí Stan, por favor pasa y siéntate. Ahora quiero escuchar tu versión de lo hechos.

—Por supuesto, director—dijo haciéndose el muy santito.

Eso me enfadó todavía más.

Que se quite esa fachada de niñito bueno que ni le queda...

—Pues yo estaba en educación física sin meterme con nadie cuando Jacob llegó y me soltó un puñetazo, y luego siguió golpeándome, mire cómo me dejó.

Eso en definitiva hizo que no pudiera controlarme.

— ¡Grandísimo idiota! ¡Yo solo te golpeé dos veces! No pude siquiera dejarte así como estás ¡Ya me hartaron tus teatritos! ¡Por tus teatritos es que ahora Ally me odia!

—Tú mismo te lo buscaste, Anderson, acéptalo, Ally ya no quiere saber nada de ti, tal vez necesite consuelo con un hombre de verdad.

— ¡Ya estoy verdaderamente hasta la...! —grité parándome retador.

Y ahora Decker se veía puesto para pelear conmigo.

— ¡Suficiente, los dos! —gritó el director, yo volteé. ¡Carajo! Olvidé donde estaba— ¡Sentados! —obedecimos—. Aquí no nos interesan sus problemas personales pero entiendan que somos una institución respetable y no permitiremos estos comportamientos. Los dos quedan suspendidos tres días.

— ¡¿Qué?! —exclamé.

Realmente lo veía injusto.  ¡¿Tener el mismo castigo que Stan Decker?! ¡Él era el verdadero problema! ¡No yo!

—Hijo ya basta de peleas, es suficiente—dijo papá.

—Nos parece razonable y le prometemos que no volverá a pasar algo como esto—dijo mamá.

—Bien, gracias por venir, pueden retirarse. En cuanto a ti, Stan... quiero hablar contigo a solas.

Mis padres y yo nos fuimos pero antes le lancé una mirada de odio a Decker.

—Vamos a casa—dijo papá.

Saliendo de la oficina fue que mis padres se mostraron ya severos conmigo.

—Bien, ahora Jacob quiero que nos expliques ¿qué acaba de suceder ahora? —me dijo papá.

—Él me odia—respodí—. Hace unos meses aposté con él una tontería con la que podría perder a Ally, pero eso fue antes de que Ally y yo fuéramos novios, el día que aposté con él había discutido con Ally y estaba muy enojado y no podía pensar y hace unos días me preguntó si había cumplido, pero yo le dije que no. Stan Decker manipuló lo que dije para que las cosas salieran de contexto. Él quería separarme de Ally y lo logró. Rompí el corazón de Ally por su culpa y eso es lo que más me molesta y me duele. Yo... necesito recuperarla... no saben cuánto la amo, tengo que pedirle perdón.

Abracé a mi papá con frustración.

—Cometiste un error hijo, pero vamos, Ally te adora, te perdonará.

—No papá, esta vez no lo creo, pero no voy a darme por vencido.

—Así se habla.

Mamá me abrazó y nos fuimos, antes de salir de la escuela vi a Ally, se veía tan mal, debía acercarme a ella, pero sus amigas seguramente no me lo permitirían.

Mi pobre Ally, nena tienes que perdonarme.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora