40: Él Hizo Esto

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|Jake|

Las cosas estaban tan bien.

El miercóles se cumplirían dos meses de estar con la chica más maravillosa del mundo. Me sentía el más feliz y era el más afortunado ¿Quién más podría decir lo mismo? Sin ella no volvería a sentir, si no era ella, no quería a nadie.

Ya sé, ya sé: "a penas cumplirás 18, amigo" ¿Y? Ally ha hecho que Jake Anderson el chico que hace seis meses no creía en el amor y que disfrutaba de romper corazones dejara eso atrás, Alice Julianne Summers es mi persona, la amo con todo de mí, me pierdo en su mirada y sus ojos cada que la veo, cada que se ríe en mi interior me invade una sensación que no se puede describir.

No la vi en el almuerzo, seguro se desapareció por la biblioteca o en el salón de música, así que decidí ir a buscarla.

Pronto la vi en su casillero y fui hacia ella, me extrañó no escucharla cantando como de costumbre, aun así al llegar a ella la abracé por la cintura y rozando mis labios en su clavícula.

Ella quitó mis brazos bruscamente y no volteó.

Ja... ja... muy graciosa...

Reí.

—Tranquila princesa, soy yo—le dije entre risas.

Ella volteó, tenía los ojos rojos y el rostro pálido.

De inmediato supe que algo andaba mal y por tanto, me preocupé por ella.

— ¿Qué pasa, nena?

—No vuelvas a llamarme nena ni princesa, jamás.

Al momento me extrañé demasiado ¿Por qué tendría esa actitud si hace rato estábamos tan bien?

—Hey... ¿Qué? ¿Qué sucede, Ally? ¿Qué tienes?

Tomó su teléfono y lo desbloqueó, me lo tendió agresivamente en la mano para que mirara un video.

¿Qué demonios era esto?

Ahí estaba yo y frente a mí estaba Stan Decker.

{●●●}

—Anderson, te ves contento.

Lo estoy, gracias

—Hmmm... y ¿Qué dices? ¿Ya te acostaste con la chica?...

{●●●}

No tuve que ver más, supe de qué se trataba toda esa mierda.

Esa grabación ni siquiera estaba completa, ni siquiera se vio cuando yo cancelé la apuesta defendiendo mi relación con Ally.

¡Ese hijo de perra!

Estaba furioso pero lo que ahora me importaba era explicarle a Ally como había sido todo porque sabía perfectamente cómo ella lo había tomado todo.

La miré y en sus ojos había pura decepción.

—Yo confié en ti, Jake. Te lo di todo, te lo conté todo. Me permití enamorarme de ti y yo creí que tú me amabas. Ahora lo entiendo, porque tanta insistencia cuando nos conocimos. Yo solo fui tu apuesta para comprobar que seguías siendo irresistible, solo querías acostarte conmigo y yo... fui tan estúpida... Yo... tan solo te pedía un pedacito de tu corazón... Sabías todo por lo que había pasado, sabías lo que me hicieron ¿No pensaste nunca en detenerte? ¿Tener una pizca de conciencia? Ya vi que no, que todo fue una mentira, que yo jamás, en ningún momento te importé. Mamá dijo "él te ama" creo que se equivocó, yo me equivoqué, se supone que debería saber de eso pero al parecer no aprendí nada. Jacob, creo que resultaste un mejor actor que yo, digno de un Oscar.

—Ally, no... princesa te juro que no es lo que crees—intenté acercarme a ella y se alejó.

Quise tocar su rostro.

— ¡No! No volverás a tocarme jamás ¡¿Oíste?! No quiero saber nada de ti, nunca.

—Nena, por favor....—busqué su mano—. Sabes quien soy, escucha...

— ¡Déjame en paz! ¡Aléjate de mí! —gritó y me lanzó algo al pecho. La foto que le di esta mañana—. Para tu colección. Felicidades Jake Anderson, sigues siendo un rompecorazones.

Se dio la vuelta alejándose de mí y la escuché tratando de reprimir las lágrimas.

¡Stan Decker quería que esto pasara!

¡Ese maldito bastardo!

Se lo dije, si se acercaba a ella sabría de qué era capaz, pagaría por esto.

En ese momento el enojo me bloqueó por completo.

Stan puto Decker era culpable de que Ally y yo nos separaramos, era el culpable de que Ally ya no confiara en mí.

Fui al gimnasio, sabía que el hijo de puta estaría ahí. Entré y lo vi, me acerqué sin importar que había más personas, necesitaba desquitarme y hacer que él pagara. Acercándome a él, le di un puñetazo en el rostro. Le di tan fuerte que cayó al suelo.

— ¡Grandísimo bastardo! ¡Tú lo hiciste! ¡Querías que pasara, idiota! —le grité.

Decker tenía una sonrisa enorme en el rostro, satisfecho por separarme de la chica que era todo para mí y tal vez también por hacerme perder los estribos.

Estuve a punto de darle otro golpe.

— ¡Jake no! —escuché que decían, no me importó, le di un segundo golpe.

— ¡Anderson! ¡Es suficiente! —escuché al entrenador Grayson, al momento yo me detuve y me paré, vi que aun Decker tenía esa maldita sonrisa—. Iras a dirección.

— ¡¿Qué...?! ¡Pero si él...!

—Nada de peros, hijo ¡A la dirección, ya!

¡JODER!

Torcí los ojos y me di la vuelta, para asegurarse de que iría, Grayson me escoltó a dirección.

En el camino empecé a pensar con claridad.

No solo fue Decker quien lo echó a perder, también lo hice yo, por no haber cancelado la apuesta hace tiempo y por no contarle a Ally desde el principio.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Where stories live. Discover now