27: Promesas

564 29 1
                                    

Las chicas me felicitaron por no dejarme derrotar de nuevo ante Bree y Tanya y por que no dejase que sus palabras me afectasen como antes lo hacían.

Agradecí a todas mis amigas el haber estado para mí pero miré aún más agradecida a Loui y la abracé fuerte.

—Gracias—le dije al oído.

—No es nada Ally, tú sabes que si se meten con mis amigas soy capaz de lo que sea, además sabes que esas perras nunca me cayeron bien. Te odio un poco por no dejarme hacerle un favor al mundo al partirles la cara.

Reí.

—Hubiera sido divertido verte hacerlo—le dije—. Te debo una aun así. Te prometo que iremos a comprar aquella camiseta de Batman que tanto quieres.

—Ya dijiste, ehh...—respondió mi amiga y sonreímos.

Mientras que las demás tenían una obsesión por One Direction o Zac Efron, el ídolo de Loui y su obsesión era Batman, desde pequeña lo había sido y era como... no sé, para ella significaba lo que para mí significaban mis ídolos de Broadway; cada una de nosotras tenía algo que nos diferenciaba, como nuestro toque y eso me fascinaba de nosotras, que no cumplíamos con los requisitos de unas clásicas amigas cliché que se estancaban por tenerlo todo en común, amaba que teníamos cosas tan diferentes pero que no nos cambiaríamos por nada.

Cada una poseía algo increíblemente especial y entre todas siempre tratábamos de agrandar aquello especial. Katie por ejemplo, tenía un gran talento para escribir y sus letras eran mágicas, Louisa era una viajera y conocedora, Camille para la comunicación era súper activa, Em era alternativa y muy talentosa con el diseño gráfico y Dana era bastante buena para patinar y dibujar.

—Claro que sí, yo siempre cumplo—le prometí a Loui.

A pesar de sonreír victoriosa las palabras de Bree seguían en mi mente:

Por lástima Tany, ¿Por qué más va a ser? Así como Tom, así como todos》

La idiota tenía que sacar a flote a Thomas. La simple mención de ese nombre me aterraba, por todo el daño que me hizo, cierto que ahora tenía a Jake y lo adoraba con todo mi corazón, pero aun así mi miedo hacia Thomas seguía ahí. Gracias a Thomas Wallace se me hacía difícil confiar en las personas, gracias a Thomas Wallace no soportaba que me tocaran (hasta que llegó Jake), gracias a Thomas Wallace estuve a punto de cometer la peor equivocación de todas, una que no hubiera podido corregir. Thomas seguía atormentándome a pesar de ya no sentir más que repudio por él, tenía tanto miedo de encontrarme con ese rostro de nuevo y de lo que podría pasar al tenerlo frente.

Jake notó como estaba y me acercó a él, en sus brazos me sentía segura, sentía que nada podía hacerme daño mientras él estuviera conmigo.

—Chicas... ¿Les importa si me robo a Ally por unos minutos?—preguntó.

Mis amigas también notaron como mi estado de ánimo decayó y asintintieron.

—No hay problema Jake, creo que le haría bien estar afuera contigo un rato—dijo Kate.

Entonces me tomó de la mano y fuimos hacia la cancha de football a sentarnos en las gradas.

— ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que te dijeron? —me preguntó preocupado.

—Solo llegaron a molestar Jake, no es que importe—le dije tratando de que no se preocupara.

—Importa porque yo veo que te afecta nena, y odio verte así. Recuerda que ahora estamos juntos y que tienes que confiar en mí, tenemos que afrontar estas cosas juntos.

Suspiré y alejé la mirada.

— ¿Por qué estás conmigo, Jake? ¿Por qué me quieres a mí podiendo tener a cualquier otra chica mejor que yo?

Jake sostuvo mis dos manos.

—Tú eres la mejor chica que he conocido, nena. Ally: yo te quiero, eres hermosa en todo sentido, te quiero porque eres única, porque puedo contarte cualquier cosa, porque eres graciosa, talentosa, lista...

—Yo no soy lista Jake, soy tan torpe...—lo interrumpí.

—Claro que eres lista, hermosa. ¿Ser torpe? Ahí sí no puedo defenderte…—eso me hizo reír un poco y él rió conmigo—, eso te hace adorable, nena. Tú eres mi chica especial.

— ¿En serio? —le dije.

—En serio.

Me besó y acarició mi mejilla.

—Te quiero, Jake.

—Yo a ti, princesa.

— ¿Princesa? —le dije torciendo una sonrisa.

—Eso eres, mi princesa, mi mundo.

Eso hizo acelerar aun más mi corazón, mi novio era tan dulce, cada día me sorprendía más como siempre me sacaba millones de sonrisas.

Lo abracé sentándome en él, pero lo sentí un poco extraño, parecía sentirse culpable por algo.

— ¿Y ahora? ¿Qué tienes? —le pregunté acariciando su cabello.

—Ally yo... tengo una confesión que hacerte.

— ¿Qué cosa? No vas a asustarme ahora...

—El sábado que tú y yo peleamos yo estaba tan molesto... no pensaba y lo único que quería era olvidarme de ti porque creía que nosotros ya no... me encontré a Tanya y...

Me desilusionó que ya sabía lo que diría por la expresión en sus ojos.

—Te acostaste con ella—afirmé decepcionada.

—Lo hice—me admitió—¡Pero te juro que no significó nada! Nadie jamás se compararía contigo, lo que hice fue estúpido. Perdóname Ally.

Suspiré, no quería pelear con él, además reflexioné. El sábado yo lo negué, no éramos nada y fue por mi culpa lo que haya pasado.

Acaricié su mejilla e hice que me mirara. Se veía tan afectado...

—Supongo que no tengo el derecho de reclamarte nada Jake, yo hice que te enojaras conmigo pero lo importante es que me lo dijiste, eso demuestra que me quieres, yo te quiero a ti así que simplemente prometamos no hacer tonterías cuando nos peleemos.

—Lo prometo. Ya he comprobado que no quiero estar con nadie más que contigo, hermosa—besó mi cuello y me hizo volver a sonreír—. No sé lo que me hiciste desde que te conocí, Ally Summers, pero a nadie le he dicho lo que a ti, nadie me ha hecho sentir como tú. Nunca dudes de mí, princesa.

—No lo haré—dije aferrándome a él y a su promesa.

Sabía que lo que estaba pasando hoy era mucho más importante que estupideces pasadas.

—Hablando de importancia... quiero que conozcas a mis padres.

Balde de agua fría.

— ¿Qué? —dije nerviosa— ¿Tus padres? Amor... ¿Pero y si yo...? Y si... ¿y si no les caigo bien? ¿Y si.... y si...?

Comencé a especular lo peor, realmente sería la primera vez que conocería a los padres de mi novio, no sabía como era esto, Thomas jamás me presentó realmente a sus padres así que no tenía experiencia con eso.

Conocer a mis suegros... a los padres del chico que amo...

Si no les agradaba sería un enorme retroceso.

Jake empezó a reírse.

— ¡Vamos! no es para tanto, nena—dijo Jake—. Creo que les caerás bien en cuanto te conozcan, si no es así lo lamentaré mucho por ellos pero yo seguiré contigo. Además el que conozcas a mis padres es importante, eres mi novia y significas tanto para mí que soy capaz de llevarte a mi casa a conocer a mi familia. ¡Y mis hermanos te amarán!

— ¿Estás seguro de eso? —pregunté dudosa, mi chico asintió de inmediato. Al final de cuentas tenía razón, él ya conocía a mi familia y era importante para él que yo conociera a la suya—. Está bien.

—Genial. Entonces el viernes después de la práctica paso por ti.

—Ok—dije aún no muy segura y volviendo a especular.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora