06: Insistente

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|Jake|

Este lunes llegué y no me reuní con mis amigos como siempre, más bien decidí entrar a la escuela a ver si Ally ya estaba ahí.

En realidad me fue muy fácil encontrarla ya que no me pude sacar su rostro de la cabeza todo el fin de semana, en especial esos ojos...

La vi recogiendo unos libros del que identifiqué como su casillero y noté que con ella había otras dos chicas. Las tres reían a carcajadas y al parecer Ally y una de las chicas parecían reírse de la otra.

Debía admitir que Ally se veía muy linda riendo.

—... Ya me cansé de ser su payasito, ¡Ehh! —dijo la chica del cabello completamente lacio y estatura mediana, ella era un poco más bajita que Ally. El decir eso solo ocasionó que Ally y su otra amiga se rieran más.

—Hola chicas—saludé con mi misma actitud de siempre.

Las otras chicas miraron a Ally después de mirarme a mí y sonrieron.

—Hola—dijeron las dos chicas en coro.

—Hola Jake—me saludó Ally—. Oh... ellas son Kate y Camille, mis amigas—las presentó y les sonreí, creo que Camille era de la que se reían.

— ¿Cómo están? —ellas volvieron a sonreír.

No quiero ser presumido, pero mis trucos siempre funcionaban, bueno excepto por una vez... el viernes pasado.

—Bien—dijeron las dos sonriendo de manera extraña y perdida.

—Creo que Camie y yo los dejaremos solos—dijo... ¿Kate?

—No... ¿Qué? —dijo Ally.

¿Por qué se oponía tanto a estar sola conmigo? Les dijo algo con señas y moviendo sus labios para que yo no escuchara pero pude decifrar lo que quería decir, aunque al parecer sus amigas hicieron caso omiso, sonrieron y se dieron la vuelta.

—Las odio—les dijo Ally y ellas rieron mientras Ally les levantaba el dedo de en medio, lo cual me hizo reír.

— ¿Qué tal tu tobillo? —le pregunté recargándome en el casillero contiguo.

—Está bien, como si nada hubiera pasado. Gracias por preguntar.

—Me preocupé todo el fin de semana.

—Eres un mentiroso—dijo riendo.

— ¡Claro que no! —le dije riendo con ella, su risa me encantaba—... Como sea... estaba pensando que... tú sabes... podríamos salir a divertirnos un poco el viernes...

—Jake, ya te dije que...

— ¿Tienes novio? Porque esa sería la única razón por la cual aceptaría que me rechazaras...

—No, no tengo novio. No me interesa salir con alguien ahora.

— ¡Vamos! ¡Solo te estoy pidiendo una cita!

—Sí... ya he escuchado esa mierda de "solo te pido una cita". Eso ya no funciona conmigo Jake—me dijo sarcástica al principio, después la noté algo dolida y molesta, por lo que de nuevo se dio la vuelta y se fue.

Esta chica me parecía tan intrigante... y tan misteriosa... sus palabras no fueron difíciles de entender.

Pude ver que detrás de esa chica dura había una persona frágil a la que ya la habían lastimado y me quedé pensando en si yo sería capaz de cambiar lo que era por una chica.

¿Podía?

No por una simple chica que acababa de conocer.

"Pero es que al parecer ella no es solo una chica más..." mi consciencia me dijo.

Miré a todas las chicas que paraban y me devolvían la mirada esperando por mí, pero no sentía nada, ni siquiera me hizo sentir algo ver a la chica más guapa con la que había tenido sexo, ¿qué pasaba conmigo?

[...]

No me rendí en toda la semana y le insistía a Ally en cada oportunidad que tenía.

Me estaba humillando por una chica ¿Qué demonios?

— ¡Vamos Ally! No te estoy pidiendo mucho—le dije

— ¡¿Por qué insistes tanto, Jake?! —contestó fastidiada.

— ¡Porque de verdad quiero salir contigo!

—Sólo quieres salir conmigo porque soy la única chica que te ha dicho que no—me dijo molesta.

— ¡No! Yo quiero salir contigo porque me gustas mucho—le confesé.

Ella se quedo inmóvil y callada con la boca un poco abierta, tartamudeó un poco, nerviosa. Eso me hizo sonreír, yo la puse nerviosa... lo que significaba que aunque lo negara yo le gustaba.

—Hagamos esto ¿quieres? Déjame llevarte a una cita y si no te gusta y no te diviertes, te dejo de insistir y dejo de hablarte—le propuse.

Inesperadamente mordió su labio pensando en qué decir, ¡y diablos! eso tuvo un efecto en todo yo.

Suspiró.

—Ok... es un trato.

No podría describir lo feliz que me sentía por esto.

—Ally, te juro que no te arrepentirás.

—Eso espero.

— ¿En dónde debo recogerte? —pregunté.

—Bueno... el esposo de mamá tiene una Ferretería a 5 cuadras, estoy ahí casi todo el tiempo así que podrías ir ahí, pero Sean, el esposo de mamá a veces puede ser un poco sobre protector... a veces más que mi propio padre.

—Oh sí... creo que ya sé dónde... paso por ti a las seis.

—Ok... entonces te veré allá.

—Sí—dije sonriendo torpemente.

Mientras pasaba el día no pude ser más feliz, aún en la práctica de football tenía esta bobalicona sonrisa mientras el entrenador Grayson nos gritaba como un jefe militar que empezaramos a hacer 500 lagartijas, 600 abdominales y el resto de nuestra rutina de explotación de los viernes.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Where stories live. Discover now