03: En Mi Orgullo

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Estaba a punto de responderle cuando de repente sonó una canción, me parecía que era Jazz o algo por el estilo...

Pude asumir que era el ringtone del teléfono de ella que reaccionó de inmediato y buscó en su bolso hasta tener el móvil en la mano y responder.

— ¿Qué sucede, ma? —preguntó—. Aún sigo en la escuela... porque estoy en la enfermería... no, es solo que me torcí el tobillo y me vine a poner un ungüento... te juro que estoy bien... sí mamá, en serio... no, no iré... creo que será mejor que llegue a casa... vale... te quiero—y colgó el teléfono para después mirarme y quedarse en silencio para esperar a la enfermera.

—Eres muy guapa ¿te lo habían dicho? —dije con mi sonrisa conquistadora.

Y el rubor recorrió sus mejillas, pero tal parecía querer resistirse a mí a mi percepción.

—Algo parecido... es trivial ¿no lo crees? Basarnos en apariencias para todo, y sin embargo somos narciscistas respecto a como vernos ante los demás—dijo triste como si supiera de la sensación que describía y como si le doliera.

De nuevo me dejó sin palabras que decirle, algo curioso ya que yo siempre sabía qué decir.

La enfermera volvió y la chica se quiso poner de pie pero yo lo evité, nuevamente peleando un poco con ella.

—Tu nombre, cariño—le pidió para apuntarla en su libro, la miré atento sin querer perderme sus palabras y no olvidar su nombre.

—Alice Summers. Pero por favor dígame Ally...

Le volví a sonreír mientras ella volteaba el rostro, nuevamente me dio la impresión de que quería evitar mirarme.

Ally...

—Ok Ally... entonces, creo que eso ya es todo. Ve a casa y reposa ese tobillo.

—De verdad... muchas gracias—dijo Ally.

Le ayude a pararse a pesar de sus oposiciones.

—Gracias—dije a la enfermera mientras Ally y yo salíamos de la enfermería, y claro, yo la ayudé.

—Bueno... yo, eh... debo irme, gracias por todo, Jake… te portaste genial—se despidió con la mano (a pesar de que yo esperaba un beso aunque fuera en la mejilla) y me ofreció una simpática sonrisa que hizo que mi testosterona estuviese más presente...

Joder amiga... ¿qué me estás haciendo?

La vi darse la vuelta. Sacó sus audífonos y se los puso, la miré mientras sentía que mis hormonas me dominaban de nuevo.

— ¡Ally espera! —grité corriendo hacia ella y de nuevo se detuvo y me miró esperando a que hablara—... Sal conmigo—de nuevo le ofrecí mi mejor sonrisa con la que estaba seguro que no diría que no.

¡Ja! Soy estupendo.

—No gracias—me respondió con una sonrisa—. Que tengas buen día.

Me paralicé y mi sonrisa se borró mientras la observaba irse haciendo un esfuerzo para no lastimarse de nuevo.

Mierda, eso dolió... ¿me acababa de batear una chica a mí? Nunca nadie antes me había dicho que no, y ahora ella la primera chica que me ha hecho sentir algo más me ha rechazado, aún así en ese momento me decidí: no me daría por vencido tan fácil.

Mi sonrisa se recobró.

¡Estúpido! ¡La práctica! Mi subconciente me gritó.

Y reaccioné... ¡mierda! Era verdad.

Fui corriendo hacia el campo y vi al equipo haciendo joggies, así que discretamente me fui corriendo hacia ellos y me puse junto a Alex mientras evitaba que el entrenador Grayson me viera.

— ¿Dónde estabas? —me preguntó mi amigo.

—Con una chica—respondí sonriendo al recordar a Ally.

—Ya párale, Anderson, hay prioridades—dijo Alex riendo.

—No... no entiendes... es que al ir por mi casco choqué con ella y es... es... diferente. Me hizo sentir algo muy fuerte desde que la vi.

Hace treinta minutos me dije a mí mismo que los sentimientos no servían de nada, por primera vez empezaba a dudarlo...

— ¿Cuál es su nombre?

—Ally Summers—respondí sintiéndo como mi sudor aumentaba.

—La conozco, de mi clase de Sociología... es algo guapa. ¿La invitaste a salir?

—Sí, pero... me dijo que no; sin explicaciones, así nada más y se fue.

—Te dieron en tu orgullo, Jake—me dijo—. Lo siento amigo pero debo decir que lo merecías.

Torcí mi boca.

Tal vez Alex tenía razón, lo merecía, pero el que esta chica lo hiciera, me pegó más duro de lo que creí.

— ¡Anderson! —gritó Grayson— ¡Ven acá!

¡Joder!

Tal parecía que el entrenador se había dado cuenta de que llegué tarde.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Where stories live. Discover now