18: La Justificación de mi Padre

607 34 3
                                    

|Ally|

No lo pude creer, el hombre que estaba a varios metros de distancia me pareció un completo extraño por un momento después de siete meses sin verlo, pero ahí estaba y yo me paralicé.

— ¡¿Pa... Papá?! —tartamudeé en pánico.

—Alice Summers ¡¿me puedes explicar qué demonios haces?! —dijo mirándome exigiendo una explicación.

Jake se puso delante de mí en afán protector y sin dejar de sostenerme al saber mi estado emocional por ver a mi padre de nuevo.

—Señor, me llamo Jake Anderson y yo...

—Tú nada, jovencito—interrumpió mi malhumorado padre—. Aléjate de mi hija, no voy a permitir que otro muchachito patán venga a desgraciarle la vida a mi hija.

¡Eso sí que no! ¡¿Por qué papá siempre tenía que gritar a los cuatro vientos lo que había sucedido?! ¡¿Por qué cada que nos veíamos se veía empeñado en recordármelo sabiendo lo doloroso que fue para mí?!

— ¡¿Qué carajos te sucede?! ¡¿Crees que puedes desaparecerte meses y llamar una sola vez al mes por cinco minutos y después solo llegar a decirme lo que puedo hacer o no?! —le grité.

—Tengo derecho por el simple hecho de ser tu padre—dispuso como siempre imponiéndose, algo que realmente me fastidió—. ¿Crees que no pienso en ti y en tu hermano todo el tiempo? —reí irónica—. Tengo millones de preocupaciones y tú eres una de las principales, no quiero verte de nuevo como aquella vez hija, entiéndelo, y no voy a permitir que este niño venga y provoque que pase algo como lo que pasó esa vez.

Sentí una punzada en mi corazón de tan solo recordarlo.

—Ally... ¿de qué esta hablando? —Jake me miró confundido y a la vez preocupado, pero aún no lo podía saber, aún no estaba lista para contárselo...

—No es nada, Jake, pero... creo que lo mejor será que te vayas y hablamos en un rato ¿está bien? —le dije sosteniéndo su mano.

—Bien... te hablo al rato—se acercó a besar mi frente y miró a mi padre—. Señor, yo le juro que quiero mucho a su hija, encontrarme con ella ha sido lo mejor que me ha pasado y jamás la lastimaría con intención.

Jake se dio la vuelta y antes de subir al auto me miró preocupado y dudoso, yo le asentí para que se fuera y no viera lo que venía a continuación, no quería que fuera parte o testigo de mis peleas con mi padre.

Cuando se fue, miré a mi padre con ojos llenos de furia.

—Ya estarás contento ¿o no? —le dije de brazos cruzados.

— ¿Crees que me es agradable encontrar a mi hija intercambiando saliva con un muchacho del que no se nada? ¿No creías que debías contarme que tenías novio? —su voz se fue apagando.

—Jake no es mi novio, es solo que... no se... fue un impulso. Jake ha sido un gran amigo para mí y ha estado para mí y para Luke cuando otras personas no.

Papá mostró un rostro triste y debo admitir que eso partió mi corazón, a pesar de ello decidí seguir firme.

—A todo esto... ¿qué haces aquí? ¿No que "venías" en una semana?

—Decidí hacerlo cuanto antes, ya no podía seguir ocultando la verdad.

— ¿De qué hablas?

—Hija... ¿crees que podamos ir al apartamento para que podamos hablarlo con calma?

Estuve a punto de decirle que se fuera al demonio pero quería saber qué me ocultaba.

—Bien, estoy sola así que no creo que importe que me vaya.

Subí al auto con papá, todo el camino fue muy silencioso y al llegar al apartamento no fue la excepción. Hacía 7 meses que no estaba aquí y ahora todo me parecía tan extraño, me sentí demasiado fuera de lugar aquí.

—Siéntate Ally—me senté en el sofá de color crema y papá se sentó a mi lado—. ¿Quieres algo?

—Sí: que vayas al grano de una vez—dije cortante y mi padre suspiró.

—Hija, primero que nada: perdóname por lastimarte a ti y a Luke, no hay día que no me odie por ello.

—Papá, yo... Luke solo quiere a su padre con él y aún tienes esa oportunidad... la cosa es que no la desperdicies, ese niño te adora y te extraña—le sostuve la mano, algo que me extrañó.

Odiaba admitirlo pero la verdad yo también lo extrañaba.

—No es todo. Tal vez no puedas perdonarme por lo que voy a decirte pero debo confesarlo de una vez. Ally, los padres también nos equivocamos y hay graves equivocaciones que no se pueden remediar.

Al principio pensé que se trataba de mí y de Luke pero sus últimas palabras me hicieron asumir que no era así.

— ¿De qué hablas?

Al momento vi a mi padre tomar una gran bocanada de aire preparándose para eliminar mi incertidumbre.

—Tres años antes de tu madre hubo otra mujer, yo trabajaba entonces en Chicago y la conocí allá—tuvo otra novia... ¿y eso qué?—. La quise mucho pero terminamos porque no le vi un futuro ya que no podía permanecer en Chicago y ella simplemente no podía venir conmigo. Yo volví a Lima, después me casé con tu madre y nacieron tú y Luke, pero a veces el amor no basta y nos separamos—en realidad se separaron porque papá siempre había sido un adicto al trabajo y con un genio de la patada, la mayoría de las veces algo apático pero aún así yo no lo veía y él era mi héroe, o al menos así fue durante un tiempo—. Para superar el dolor de la ruptura con tu madre comencé a enfocarme en el trabajo más que en ustedes. Cuando se me presentó el negocio en Chicago no me negué porque era una gran oportunidad, pero me demoré en volver al encontrarme con Julie, mi antigua novia. Empezamos a reunirnos de nuevo y me contó de su hijo de 20 años que... que también era mi hijo.

Espera.... ¡¿QUÉ?!

Instintivamente le solté las manos y me quedé sin habla. A pesar de mi expresión papá continuó.

—Hicimos pruebas de ADN y resultó que sí, Drew era mi hijo. Hice que mi negocio en Chicago se alargara porque quería pasar tiempo con el hijo que no conocía, pero a ustedes los descuidé.

Mis ojos estaban totalmente abiertos, el otro hijo de papá, mi hermano....

—Está aquí, quería conocerte y a Luke.

— ¿Qué?

—Drew está aquí, iré por él a la habitación para que lo conozcas.

Me quede sentada e inmóvil aún sin digerirlo todo.

Cuando papá regresó, con él había un joven de 20 años, alto, delgado, de cabello oscuro y ojos cafés, era casi idéntico a papá cuando era joven, así que no había cómo dudar si eran o no parientes.

Me puse de pie y quedamos frente a frente.

Los dos nos miramos el uno al otro, analizando nuestros gestos, los rasgos del rostro, absolutamente todo de nosotros.

—Hijo... ella es Ally, tu hermana menor.

Ambos dudamos en hablar de lo confundidos que estábamos.

—Hola—dio el primer paso.

—Hola... eres... Drew ¿verdad?

—Sí... y tú Ally—asentí—. Papá me ha contado mucho de ti y de Luke.

— ¿Lo hizo? —pregunté totalmente extrañada.

—Claro, todo el tiempo.

Sonreí.

Al parecer el hecho de que mi padre le hubiese hablado a Drew de mí y de mi hermano me daba a entender que sí le importaba.

—Tengo que ir a hacer las compras de la despensa así que creo que los dejaré un rato para que se conozcan—dijo papá para después retirarse.

Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN] Where stories live. Discover now