Just A Little Bit Of Your Heart [•Nick Robinson•] [EN EDICIÓN]

04: Jake Anderson

|•Ally•|

Después de darme la vuelta y salir de la escuela me decidí a ir a casa, obviamente no caminando ya que de ser así mi tobillo empeoraría.

Reposo.

¡Fantástico! Y es obvio el sarcasmo...

No quería faltar a mi clase de teatro, no saldría con mis amigas hoy viernes por la noche, y eso me tenía muy decepcionada y de cierta manera muy molesta.

Pero debía pensar positivo, al menos algo bueno sacaría de esto: una tarde en casa viendo alguna película y escapando un poco de regresar a la rutina en la Ferretería de Sean, el sobreprotector marido de mi madre.

Llegué a la parada de taxis y en cuanto pasó uno vacío lo detuve para tomarlo y dirigirme a casa. En cuanto el taxi me dejó en la puerta de mi casa le envié un texto a mamá en el que le avisaba que ya estaba en casa, me dirigí a mi habitación para después tumbarme en la cama y prender el televisor donde busque algo bueno que ver.... y nada.

Apagué el televisor y me puse a escuchar mi música favorita.

Moví la cabeza y canté al son de "Baby You're a Rich Man" de mi banda favorita: El Cuarteto de Liverpool o mejor dicho "The Beatles".

Quería descansar de todo, de la escuela, del estrés, de la Ferretería, y pensar en mi encuentro con Jake Anderson.

Debía admitir que de cerca era mucho más atractivo que de lejos, y su sonrisa... me pareció de lo más encantadora y... lo admito, como todas en el Instituto yo también tenía un "crush" (ligero a comparación de otras) con Jake Anderson el rompe corazones de la escuela Lima High.

A pesar de que se comportó genial conmigo, yo no lo conocía y su reputación hablaba mucho de él.

El chico que a los 12 años se mudo con su familia de Seattle a Lima, Ohio; el chico que ha cautivado a cientos de chicas con su sonrisa irresistible y que ha roto cuantos corazones se le pongan en frente, el rey de Lima High, el chico que a penas te nota cuando tropieza contigo y te lastima el tobillo y que se porta lindo aunque te opones, que se preocupa por ti, que inclusive te invita salir...

¡Ally ya basta! Tres clases con él y que no te haya notado ni en una sola ¡Ay por favor! Mi subconsciente me advirtió.

Agité la cabeza, mi subconsciente tenía razón, no debía dejarme guiar por mis hormonas adolescentes y alocadas ni mucho menos dejar que me controlaran por Jake.

La verdad es que parte de mí deseaba aceptar esa invitación a salir pero... no podía; mucho menos porque no quería salir lastimada de nuevo, además de que seguramente terminaría por aburrirse de mí, Ally Summers, una chica que como muchas soñaba despierta.

(...)

Esta mañana al llegar a la preparatoria me dirigí a mi casillero y ahí me encontré con dos de mis mejores amigas: Camille y Emily, yo reía discretamente mientras Camille se burlaba de uno de los tantos "crushes" famosos de Emily; atentas Camie y yo esperamos la respuesta de Em que defendía a su crush.

En ese momento alguien apareció haciendo sus entradas nada discretas con las que llamaba toda la atención. Ese alguien tenía a dos chicas abrazadas las cuales lo miraban dispuestas a darle TODO.

Aunque odiaba esa idea de los chicos cliché "ando-con-cualquiera", en mi mente y con mis amigas vagaba la idea de "sabrosear" (como decíamos) a Jake Anderson.

—A este si le doy lo que quiera cuando quiera—bromeó Camille. Yo sonreí y mi amiga me miró—. No te hagas, Ally, bien que tu también lo harías—señaló.

—Ehh... no... para nada ¿qué dices? —dije haciéndome la loca, Em y Camie levantaron la ceja y empezaron a reír ya que siempre me molestaban con cosas sobre sexo (nuestro tema particular para las bromas) mientras nuestras otras amigas Louisa y Dana llegaban a unirse a nosotras bromeando.

Pocos minutos antes de que el timbre sonara una chica llegó corriendo; esa preciosa, dulce, preocupona, soñadora e incondicional amiga de estatura mediana, bonitos ojos y cabello rubio un poco rojizo (el tono rojizo fue porque antes se lo había teñido algo pelirrojo y ese fue motivo para que entre mis amigas la llamásemos "Sirenita"): Katherin; a pesar de que era bastante raro verla llegar tarde, nos alegramos de que hubiese llegado.

Ahora sí, el clan estaba completo.

Mis mejores amigas... más que ellas no podía pedir: mis alocadas, sinceras y alegres amigas con las cuales yo podía ser yo misma.

La primera clase de todo viernes era Trigonometría, en la cual hablaba con Kate y Camie.

-—¿De qué reían hace rato? —pregunto Kate con curiosidad.

—De que Ally quiere darse a Jake Anderson—respondió Camie burlándose e voz baja.

— ¡Claro que no! —exclamé en voz baja y a la defensiva... tan típico de mí—. Será de lo más guapo pero eso no cambia el hecho de que sea un idiota y de que yo jamás en la vida aceptaría a alguien así que lastima a cualquiera—dije bajando la intensidad de mis palabras.

(...)

Todas las chicas de la escuela hablaban sobre él, pero siendo realistas, él no sería más que un sueño inalcanzable para muchas.

El resto de la tarde el pensamiento sobre Jake estuvo sobre mi cabeza.

¿Qué tenía este chico además de ser guapísimo que a todas la chicas (inclusive a mí la "Fría anti~amores") nos traía de cabeza?