29. Vete

17.8K 2.5K 305
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando él despertó eran cerca de las veintiún horas, ella aún no había dormido, estaba sumida en sus pensamientos observándolo, ya se había vestido y sólo esperaba a que él despertara.

—¿Qué hacés? —preguntó al verla.

—Pienso...

—¿En qué?

—Tantas cosas...

—Decime alguna.

—Es hora de irte, tenés a alguien esperando por vos en tu departamento —dijo sintiéndose sucia al reconocerlo, sintiendo horrible admitir que era la otra.

—No me interesa —respondió él—. Quiero estar aquí contigo, dormir a tu lado esta noche. —Ella lo miró sin trasmitir ninguna expresión en su rostro.

—Esto que sucedió hoy no debió suceder —gesticuló luego y ante la sorpresa de Daniel continuó—: Ciertamente la atracción que hubo y hay entre nosotros es muy fuerte, lo que me pasa contigo es que teniéndote cerca no puedo pensar, además llevaba demasiado tiempo reprimiendo lo que sentía y por eso accedí, pero no es correcto.

—¿Qué querés decir?, para mí se sintió demasiado correcto.

—No... vos estás con alguien y te debés a ese alguien. No puedo confiar en vos si traicionás, no puedo confiar que no me vas a ser infiel si le sos infiel a tu novia conmigo.

—¿Qué decís Panambí? ¡No te podés comparar con nadie, estoy con ella pero es contigo con quien quiero estar!

—Entonces demostrámelo, anda a hablar con ella, liberate y después buscame. No va a volver a pasar nada entre nosotros hasta que eso no suceda.

—Pero...

—Nada, no hay más que decir. No me voy a prestar a este juego Daniel, por mucho que te ame no quiero ser la otra, no merezco eso. Ella tampoco se merece que la engañes, no importa cómo sea, si está contigo es porque te quiere, y si no la querés, mínimo tenés que ser sincero.

Dicho aquello se marchó sin dejarlo hablar más. Daniel se quedó confundido, entendía su punto y lo aceptaba, él no quería que ella fuese la otra, pensaba terminar con Rocío, obviamente, pero no creía que aquello que acababa de pasar hubiera sido un error, por más que implicara un engaño.

Se vistió y salió consternado, era hora de hablar con Rocío y aclarar todo aquello. Era horrible tener que hacerlo, era horrible lastimar a las personas, a él no le gustaba eso y se lamentó por haber iniciado aquella relación con ella en un principio, después de todo jamás se había sentido demasiado bien, sólo era... aceptable.

Cuando llegó ella estaba sentada en el sofá viendo la televisión. Él se paró en frente sin preámbulos, debía ser directo y rápido, pensaba que así dolería menos.

Tu música en mi silencio ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora