27. La confesiòn

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Dedicado a Gloria por ganar el concurso en el Younow :D Bien hecho, Gloria.

Capitulo veintisiete

El juego termino y aún no he terminado de asimilar el hecho de Ares Hidalgo me dedico un gol. He pensado mil cosas en los últimos diez minutos, desde que lo hizo como broma o que tal vez él tiene una novia secreta a la que le dice bruja que no soy yo. Pero el me miro y me sonrió, a .

Estoy pensando demasiado.

No debo dejar que me afecte, no debo dejar que su gesto quebrante mi decisión de mantenerme alejada de él. Sí, me dedico un gol y fue lo más lindo que ha hecho por mí, pero eso no debería ser suficiente, no después de todo el daño que me ha hecho.

Una parte de mí –la mayor parte- quiere correr a sus brazos pero mi parte racional, la parte que ha recuperado su dignidad no lo aprueba y decido escucharla. Aunque creo que mi firmeza viene más de una emoción nueva para mí: Miedo. Miedo de que me haga daño otra vez, miedo de dejarlo entrar y salir herida una vez más. No podría soportarlo, así que no me arriesgo.

—Guao, eso fue muy emocionante— Dani agrega, presionando su codo en mis costillas juguetonamente mientras caminamos tribunas abajo.

—Sí,— Apolo opina inocentemente, —Me encanto el juego, 3 a 0, ese portero se le merecía después de lo que le hizo a mi hermano.

—Tenemos que celebrar— Carlos toma mi mano pero Dani como ninja experta le da un manotazo, obligándolo a soltarme, —¡Au!

Yo solo me rio y busco la mirada de Yoshi quien luce un poco serio. Eso es raro.

—Chicos, deberíamos ir a felicitar a los jugadores— la idea de Apolo no suena muy buena en este momento. No quiero enfrentar a Ares. Una cosa es ser fuerte para mantenerme alejada y otra muy diferente es tenerlo frente a mí y alejarme.

Dani nota mi incomodidad, —Nah, mejor vamos a la fiesta de celebración.

—¿Fiesta de celebración?— le pregunto, confundida.

Carlos me da una palmada en la espalda, —¿No estas al día con los eventos sociales, princesa? La fiesta que celebra el equipo cuando gana.

Claro, ¿Cómo olvidar las infames fiestas de Las panteras? Solo he ido una vez y fue porque Daniel nos invitó. En la cancha somos uno pero fuera de ella, seguimos siendo de diferentes escuelas, y la verdad no nos agradamos mucho.

Vamos pasando por un lado de la cancha mientras caminamos al estacionamiento, no puedo evitar echar un vistazo a donde está el grupo de jugadores, hablando. Ares está ahí, completamente empapado en sudor, su cabello pegado a los lados de su cara como su uniforme a su cuerpo, ¿Cómo puede parecerme sexy todo sudado? Necesito ayuda profesional.

Su mirada encuentra la mía y me paralizo, dejo de caminar. El me da una sonrisa pícara y toma el borde de su camiseta y se la quita por encima de la cabeza. Muchos jugadores andan sin camisa así que nadie lo ve como algo del otro mundo, mis ojos bajan por su pecho y abdomen definido, la palabra bruja ya se desvanecido con el sudor. Me muerdo el labio.

No caigas, Raquel.

Odio mis hormonas.

Meneando mi cabeza, aparto la mirada y sigo mi camino. Solo alcanzo a dar unos pasos cuando me estrello con Yoshi, —¡Au! ¡No te vi!

Yoshi solo toma mi mano, —Salgamos de aquí.

Yoshi me arrastra hasta el estacionamiento, donde ya todos están en el carro de Dani, esperando por mí. Apolo ha tomado mi puesto en el asiento de copiloto así que me toca atrás en el medio de Yoshi y Carlos. Ambos huelen muy bien, me encanta cuando un chico huele bien.

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Where stories live. Discover now