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Capítulo Extra: Especial de Halloween

¡Feliz Halloween, bolitas! ¡Sorpresa!

Capítulo Extra

—¿Es en serio?

—¿Qué?

—¿De qué supone que estas disfrazada?— pregunto, ojeando a Dani porque es que no puedo descifrarlo. Mi mejor amiga lleva puesta una bata larga negra con capucha y tiene un rastrillo en la mano.

—Es obvio, Raquel.

—¿Eres una barrendera?

Dani voltea sus delineados ojos.

—Soy la muerte.

—¿Desde cuando la muerte recolecta almas con un rastrillo?

—Las guadañas se habían agotado.

—¿Las gua-que? A mi no me hables en Inglés.

Dani abre la boca como si no se creyera lo que acabo de decir.

—Así se llama el arma que usa la muerte: Guadaña. Y te recuerdo que el Inglés no tiene ñ's, tonta.

—En fin,— le digo, ignorando su corrección, —por lo menos, píntate la cara de esqueleto o que se yo, de esa forma si te confunden será con el fantasma de una barrendera.

—¡Qué no soy una barrendera!

—Como digas.

—Además, ¿Para qué me pinto la cara? Nadie me verá en la oscuridad del festival.

El festival de Halloween al que iremos es en un bosque en medio de la nada. Estamos de visita el fin de semana en nuestro pueblo por la celebración de Halloween. Las 4 horas de viaje en autobús desde la universidad hasta aquí han valido la pena, me encanta el Halloween en mi tierra, con mis amigos, y con él.

Esos ojos azules que amo tanto aparecen en mi mente, haciéndome sonreír como idiota.

Mi Ares.

Lo extraño tanto.

Llegué al pueblo ayer en la noche pero Ares no llega hasta hoy. Quedamos en encontrarnos en el festival porque su vuelo llegaba tarde ya que él tenía una clase en la mañana. No puedo negar lo nerviosa que estoy de verlo, han pasado dos largos meses. Saber que voy a verlo pronto hace que cada segundo pase agonizantemente lento.

—¿Estás lista?— La voz de Dani me trae a la realidad.

Me giro al espejo, arreglando la corona sobre mi cabeza, mi cabello cae a los lados de mi cara completamente alisado, gracias a Dani, mi maquillaje es ligero pero mis ojos tienen una fuerte sombra oscura junto con delineador y llevo puesto un labial rojo oscuro. Mi disfraz es un vestido blanco que deja al descubierto uno de mis hombros y se aprieta en mi cintura con un cinturón dorado y llega hasta la mitad de mis muslos. Un collar dorado y con rubís y esmeraldas falsas adorna mi cuello. Y mi corona no puede faltar, se supone que soy una Diosa griega pero honestamente, me parezco más a Cleopatra.