30. El segundo despertar

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Dedicado a mis mejores amigos Mariana y Miguel que bebieron sin mi anoche y a veces se sienten aludidos con esta historia (Especialmente Mariana ;) ) 

Capitulo treinta

Frío.

Los escalofríos y temblores me despiertan, gruñendo, abro mis ojos. La luz golpea mi vista con fuerza, obligándome a entrecerrar mis ojos.

¿Por qué hace tanto frío? No recuerdo haber encendido el aire acondicionado. Lo primero que veo es un estante lleno de trofeos y reconocimientos deportivos.

Eso me confunde. Yo no tengo eso en mi habitación. Al aclararse el panorama frente a mí, me doy cuenta de que este no es mi cuarto.

¿Que?

Me siento de golpe y mi cabeza palpita en protesta, —¡Au!

Sostengo mi frente y mi estómago gruñe inestable y revuelto ¿Dónde carajos estoy? Como si el karma quisiera responderse algo o más bien alguien se mueve un poco a mi lado.

Aterrada, volteo mi cara para mirar y un chillido mudo deja mis labios mientras me ruedo hacia atrás en la cama de un golpe y caigo al suelo.

Au otra vez.

Mierda, mierda.

Asomo mi cara apenas por encima de la cama y lo confirmó.

Ares Hidalgo, en toda su gloria, acostado boca arriba su antebrazo sobre su cara. Las sabanas cubriendo de su cintura hacia abajo, su pecho y abdomen expuestos ya que está sin camisa.

Instintivamente, me reviso y noto que yo la tengo puesta.

Sostengo mi cara dramáticamente, -Recontramierda.

¿Qué diablos pasó? Estaba tan decidida esta vez a no caer ¿Que me pasó?

A ver, piensa, Raquel,

Recuerda, piensa.

Todo está regado en mi cerebro como un rompecabezas, con partes borrosas y partes pérdidas. Lo último que recuerdo es estar en la mesa con Dani, Apolo, Carlos y Yoshi. Luego Yoshi y yo subimos las escaleras, ¿Íbamos al baño?

¡Arg!

Y luego, Ares... En el balcón...

Y luego nada, vacío, oscuridad.

¡Que frustrante!

Sorprendemente, caer en sus garras de nuevo no es lo que más me molesta, sino esta sensación tan desagradable de no recordar nada cuando al parecer paso de todo.

¿Tuvimos sexo? ¿Qué me hizo? ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué lo hizo si obviamente yo estaba borracha? ¿Uso protección?

Me siento mal, usada pero de una forma aún más denigrante y dolorosa que las otras veces. Las otras veces por lo menos yo estaba consciente y escogí hacerlo pero esta vez...

Necesito salir de aquí.

Me levanto y me mareo, así que tomó una respiración profunda. Ares sigue exactamente igual, con el antebrazo sobre sus ojos, sus labios entreabiertos y su pecho descubierto.

Mis zapatos...

Mi ropa...

Tienen que estar en algún lado.

¿Qué hora es?

¡Dani debe estar tan preocupada! Fue una buena decisión decirle a mama que me quedaría en casa de Dani ayer sino estaría en problemas.

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora