34. El castigo

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Capitulo XXXIV

Grises.

Así describiría las siguientes dos semanas de mi vida.

Castigada, solo salgo de la casa para ir a la escuela y debo volver tan pronto suena la campana de salida.

A pesar de que le aseguré a  mamá que Ares estaba fuera de mi vida, aún así me castigo. Estoy cumpliendo mi condena obedientemente porque mi madre tiene razón. No hice las cosas de la forma correcta. Tal vez si Ares fuera mi novio oficial, yo tendría cómo defenderme y ella entendería. Pero no puedo esperar que ella entienda que acepte ser el juguete de una noche para un chico y le di mi virginidad sin recibir nada a cambio, solo desplantes y palabras hirientes.

Si, la última vez que lo vi, el fue amable pero ni siquiera pudo decirme que le gusto. Yo no espero que el me diga que me ama, solo necesito escuchar de sus labios algún tipo de palabra que verifique que si siente algo por mi y no es solo atracción sexual.

No he sabido nada de Ares en estas dos semanas y ni siquiera me he asomado por la ventana para intentar verlo ¿Para qué? ¿Qué ganaría con eso? ¿Torturarme más? No gracias, ya tengo suficiente.

Una parte de mi siente que la conversación con mi mamá me devolvió la fortaleza y creencias que solía tener. Todo lo que eché a un lado por Ares o bueno, no por el, el no me obligó, yo decidí hacerlo.

¿Lo más triste de esta situación?

Yoshi.

Sorprendentemente, no es la bofetada de mi mama lo que hace que se me arrugue el corazón. Es Yoshi.

Me siento traicionada en tantos niveles. Yoshi le contó todo a mi mamá, todo y me duele mucho. El ha sido mi mejor amigo desde que estábamos pequeños, el siempre ha estado ahí y que me haya traicionado de esa forma me deja con un herida en el corazón. No sé si lo hizo con la mentalidad de que era lo mejor para mi o simplemente por celos, de cualquier forma está mal.

Uno le cuenta a otra persona porque confía en esa persona.

Confié en el y el tomó esa confianza y la destruyó tan fácilmente.

Dani estaba furiosa cuando le conté lo que Yoshi había hecho, amenazó con golpearlo y otras cosas violentas demasiado gráficas para describir ahora. Tuve que calmarla y obligarla a prometerme que no le haría nada.

Ya no quiero más drama o más problemas.

Solo quiero que el tiempo siga pasando, que mis heridas empiecen a sanar y que estos sentimientos desaparezcan.

Si, quiero un milagro.

Cualquiera pensaría que Yoshi me buscaría para rogarme y pedirme perdón pero no lo ha hecho, solo me evita y baja la cabeza cada vez que me lo encuentro en el pasillo de la escuela. He querido confrontarlo, gritarle, darle una bofetada, ver que tiene que decir al respecto, cuál es su excusa pero simplemente no tengo la energía o ánimo para hacerlo.

Apolo y yo nos hemos vuelto un poco más cercanos, aunque cada vez que comparto con el no puedo evitar recordar a su hermano. Pero solo me aguanto porque el no tiene la culpa de que lo que pasó entre Ares y yo.

Dejo salir un largo suspiro, ya es sábado y estoy limpiando la casa. Me siento como un zombie, moviéndome automáticamente. Puedo decir que estoy un poco deprimida. No sé si es por el despecho, la situación con mi mamá o la situación con Yoshi... tal vez sea una combinación de las tres..

Rocky está sentado con su hocico sobre sus patas delanteras, mirándome como si supiera que no me siento bien. Mi perro y yo tenemos una conexión más allá de las palabras. Me arrodillo frente a el y le sobo su cabeza.

A Través De Mi Ventana ✔️[En librerías]Where stories live. Discover now