Enamorada de mi profesor - AGUSLINA

CAPÍTULO XVII

Cuando llegué ese día a mi casa todo lo que ocurrió fue que Fer se juntó con un chico con el que llevaba un tiempo hablando, él quería llevarla a la cama y como mi amiga no quería tener su primera vez de esa forma, él se fue y la bloqueo de todas sus redes, en ese momento encontré que Agustín era el hombre más perfecto por entenderme en que no estaba preparada, claro que era una perfección algo falsa.

Y bueno a mi amiga tuve que decirle lo mismo que a mamá, que fuí al centro comercial y no la invité porque queria darle un regalo por ser tan buena amiga.

La semana siguiente vi a Agustín, lunes, miércoles y viernes, ya que también los otros días tenía que salir con las chicas para que no sospechen de mis salidas misteriosas.

Entre Agus y yo, todo tranquilo, no habíamos pasado a más que besos y caricias, aunque las ganas no faltaban para ninguno de los dos, estábamos en momentos muy exitantes y solos, la verdad luego de que ya tienes tu primera vez es imposible no desearlo.

Ese viernes fue algo diferente, fuímos a la playa, bajo el temor y la excitación de que alguien pudiera vernos. Bueno aunque no porque quisieramos una salida romántica, sino porque Agustín haría unos trámites y me pidió acompañarlo.

Ese día llegaría después que mi mamá así que le dije que tenía una cita, claramente no con mi profesor, sino con un chico de la escuela.

*Inicio flashback*

- ¿Nos vamos?- preguntó Agustín ya en su auto.

- Si, si vamos.- respondí nerviosa.

Condujo durante unas horas hasta que al fin llegamos.

- Puedes quedarte acá tomando sol mientras voy por los papeles, vuelvo en máximo una hora y vamos a almorzar. ¿Si?- me preguntó a orillas del mar.

- Si claro.- respondí Agus asintió, besó mi frente y se fué.

Quité mi vestido, me apliqué bloqueador y me recosté en mi toalla.

En 40 minutos Agus ya había regresado y se sentó en la arena a unos pasos de mi.

- Te queda muy lindo el traje de baño.- comentó.

- Gracias.- respondí con una sonrisa en mi rostro sentándome para verlo.

- ¿Donde quieres ir a comer?- me preguntó.

- No se, no conozco acá, donde tu quieras llevarme mientras sea contigo.- respondí.

Agus sonrió y en segundos quedó serio mirando el horizonte.

- ¿Qué ocurre?- pregunté.

- Se que las cosas no terminarán bien Caro, en algún momento todos lo sabrán, ¿Qué crees que opines tus padres de que su hija menor de edad salga con su profesor?- dijo sin verme.

- No les gustará Agus, pero para ese momento ya seré mayor y que será mi decisión.- respondí y me inqué ante él para verlo.

- Aquí no Caro, alguien puede vernos.- dijo separándose.

- ¿Quién va a vernos? Estamos a miles kilómetros de la escuela.- respondí.

- No lo sé, bueno, vístete y vamos a almorzar.- dijo él y yo obedeci.

Nos fuímos a un restaurante, estábamos sentados y no alcanzamos a hacer nuestro pedido cuando Agustín palideció.

- ¿Qué te pasá?- dije mirándolo fijo.