Enamorada de mi profesor - AGUSLINA

CAPÍTULO XIX

Bueno, si creen que esto se estaba poniendo bueno no tienen idea de lo que viene ahora, nos comenzamos a involucrar más de la cuenta y yo sólo me enamoraba más y más, ojalá hubiera alcanzado a abrir los ojos antes de aquél día, pero no fue así.

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- Creí que te quedarías más tiempo.- dijo Agustín cuando subí a su auto 5 minutos más tarde.

- Prefiero estar contigo.- respondí dando un beso en su mejilla.

- ¿Dónde quieres ir?- me preguntó.

- ¿Dónde quieres llevarme?- contesté coqueta.

- Podría llevarte a mi lugar favorito, donde voy siempre.- dijo él.

- Me encantaría.- respondí con una gran sonrisa de saber que quería compartir más conmigo.

Agus condujo más de media hora y se alejó de la carretera entrando hasta un mirador.

Cuando llegamos bajó del auto y se dió la vuelta para abrirme, había mucha tierra y me costaba caminar con mis tacones.

- Espera.- dijo Agus riendo y me cargó sentándome sobre el capó del auto.- ¿Mejor?

- Si gracias.- respondí dedicándole una sonrisa.

Agus se acercó a mi y comenzamos a besarnos, cuando nos separamos se sentó a mi lado y nos recostamos a ver las estrellas.

- Gracias por esto Agus.- dije sin girar mi vista del cielo.- Son los mejores 18 de la vida y jamás pensé que serían gracias a mi profesor, en verdad creí que no pasarías más allá de mis fantasías.

- Yo no creí que estaría aquí con una alumna, y creo que aún no es tan extraño como lo será cuando volvamos a clases.- respondió.

- Esto ya no es ilegal.- comenté.- Y espero que duremos hasta fin de año y ya no tengamos que estar a escondidas.

- De cierta forma que seas mayor de edad me tranquiliza un poco.- confesó levantándose.- Ya es tarde, y deberíamos irnos.

- ¿No podemos quedarnos un rato más?- pregunté mientras me sentaba.

- Este lugar no es seguro Caro.- dijo él.- Ni se como estás tan confiada conmigo.- comentó en broma.

- Porque me enamoré ciegamente.- admití y él me levantó para que entre al auto, no sin antes besarme.

- ¿Quieres qué te lleve a tu casa?- preguntó.

- No Agus, quiero pasar la noche contigo.- confesé.

Él me sonrió y llevó el auto directo a su departamento.

Entramos al departamento y al cerrar la puerta me lancé en sus brazos besandolo apasionadamente, el me tomó de la cintura y me levantó haciendo que cruce mis piernas en su cintura, Agustín fue bajando una de sus manos acariciando mi muslo caminando hacia su cuarto, se sentó en la cama conmigo encima, para luego recostarse.

- Estás realmente hermosa hoy.- susurró separándose levemente.- Ya no eres tan pequeña cómo te vi el primer día, eres una increíbles mujer.

Yo no podía decir nada, sólo quería besarlo y lo hice, sentía como su lengua entraba placenteramente en mi boca luego de soltar las palabras perfectas.

Comencé a subir su camiseta hasta quitarla y deje caer los tacones con ayuda de mis pies, Agustín comenzó a bajar el cierre de mi vestido hasta que lo detuve.