CAPÍTULO XL

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Pasaron los días y llegó al fin el viernes “Por fin a una semana de que está miérda acabe y al menos dos días de descanso” pensé.

Había estado sola cada recreo, los chicos estaban con Fer, ya que ella estaba saliendo con Alan, no se como ni porque, y Rose seguía con Gerardo; eran un cuarteto perfecto y ya no era parte de él, ni siquiera se como perdí al resto de mis amigos y Jorge andaba quizás en que asunto.

Caminaba por el pasillo para dirigirme a mi salón para la clase de historia, pasaba cada recreo en el respectivo salón de la clase siguiente para no verme patética, sola en la escalera con mi rostro demacrado y con unas ojeras visibles desde miles de kilómetros.

- Señorita Kopelioff.- me llamó el profesor González a mis espaldas.

- Si dígame.- dije dando la vuelta hacia él para escucharlo.

- Han llegado unas cartas para usted, ¿Podría acompañarme a la oficina? Es algo importante.- pidió con una sonrisa cálida.

Lo pensé un momento creyendo que Bernasconi podría estar allí, pero tampoco es como si pudiera negarme así que asentí y lo seguí.

Entramos a la oficina y de inmediato inspeccione el lugar notando que Agustín no estaba, me volví hacia el profesor quien me extendía dos sobres.

- Felicitaciones señorita, a entrado a las dos mejores universidades del país.- dijo con una enorme sonrisa.- Ahora necesitamos que decida a cual de las dos quiere ir, puede pensarlo y enviar la respuesta usted misma.

- Gracias.- dije con un hilo de voz asintiendo con una sonrisa.

- No lo agradezca, el esfuerzo es suyo, nosotros se lo agradecemos como escuela.- corrigió.

Me sentía feliz de estar realizando mis sueños, pero no era como esperaba, y es que un triunfo no es lo mismo si no tienes con quien compartirlo, si esto tuviera relación y motivara mis planes con Agustín, claro que vería todo diferente.

Sentimos un fuerte golpe fuera del salón y ambos levantamos la vista al instante saliendo al pasillo, González por dejante de mi, yo estaba justo en la puerta, y ahí vimos unos chicos de segundo año golpeándose, González se metió de inmediato separandolos y luego los llevó a la dirección.

Aproveche que estaba sola en la oficina y me volteé para observarla y recordar todo lo que había vivido en esas cuatro paredes, incluso antes de mi relación con Agustín. Sonreí y volvi mi vista a los sobres, si él estuviera conmigo mi sueño estaría completo.

La puerta se abrió de golpe haciendo que de un salto de impacto fuera de mis pensamientos, me giré sobre mis tobillos velozmente llevando una mano a mi pecho para encontrarme con un Agustín con su rostro casi tan demacrado como el mio.

- Caro.- susurró como si le doliera decirlo.- Disculpe, señorita Kopelioff, no sabía que estaba aquí.

- No, ya me voy.- dije pasando mis manos por mis ojos quitando lágrimas que no se en que momento comenzaron a salir.

- Espere, tengo su exámen, los entregué ayer en clases, pero...- no dijo más pero extendió las hojas hacia mi, la recibí y miré decepcionada de haber apenas aprobado.- Se que eso es mi culpa, si quiere puede terminarlo y yo lo evalúo.

- Ya no importa, me han aceptado en dos universidades.- respondí levantando los sobres.

- Wow Caro, felicitaciones.- dijo esbozando una enorme sonrisa orgullosa.- Nunca dude de que lo lograrías... Perdón, es que no me acostumbro a decirte... Bueno, tu... Usted entiende.

- Si, si, ya no importa.- dije mirando hacia el suelo. Ambos hablábamos con cierta angustia, con un nudo en la garganta.

- Estás tan linda.- soltó luego de unos segundos de silencio, su voz parecía sincera, pero yo me sentía horrible.

- Agustín no mientas, nunca había estado peor.- espeté irritada, nadie podía verse linda con ojeras moradas del tamaño casi de toda la mejilla.

- No miento, para mi siempre estás linda, y aunque no lo creas había extrañado verte estos dias.- dijo con una sonrisa amable.

Sus palabras eran el aliento que necesitaba para seguir, él lo era todo, y aunque me dolía aceptarlo lo necesitaba.

- Podrías abrazarme.- pedí con un dolor en mi pecho.

Abrió sus brazos ampliamente y yo pasé los mios por su cintura, todo en el me reconfortaba, lo amo, pase lo que pase lo amo.

- Te felicito cariño, ni te imaginas lo orgulloso que estoy de ti.- susurró como si supiera que necesitaba oír esas palabras para sentir que los esfuerzos de toda una vida habían traído buenos resultados.

- Gracias.- susurre dejando mil lágrimas salir de mis ojos, en ese momento el timbre sonó y comencé a alejarme lentamente.

Agustín tomo mi mentón en un movimiento rápido pero delicado, y cuando menos lo ví venir sus labios estaban moviéndose sobre los mios mandando vibraciones por todo mi cuerpo.

Podía llenarme, podía hacer que todo diera un vuelco dentro de mi corazón en un segundo, podía hacerme morir y revivir en ese mismo instante, olvidarlo todo e incluso darle otra oportunidad, podía hacerme sentir que todo estaría bien y que nuestro amor era más fuerte que todo, pero no era así, nada era como yo quería creer, el me había dejado para iniciar una vida como hombre de familia, y lo entiendo, yo no tenía mucho más que ofrecerle, no un matrimonio ni hijos aún, pero si amor eterno e incondicional, pero no le bastaba, en verdad en este momento ya ni siquiera entiendo que es lo que fallo entre nosotros.

..........

Bueno chicas último capítulo por hoy y el lunes volvemos a ver que sucede😊

Sólo una cosita y es que me gustaría que más que "sigue" me dieran sus espectativas o lo que creen que va a ocurrir, pero obvio que cada comentario es bienvenido y respetado❤

Maratón 3/3

Enamorada de mi profesor - AGUSLINAWhere stories live. Discover now