La prometida del Alemán (R#6) [Prometidos #1]

15. Una llamada perdida

Pietro

Bebo de mi whisky en el salón privado de Antoine Greco, un mafioso italiano que le gusta la fiesta y las buenas mujeres.

Estamos haciendo un intercambio de negocios, para traspasar las armas de ambos países y venderlas al precio ideal para nosotros.

―¡Evitaremos a las autoridades justo en la aduana! ―Se ríe el italiano mientras toma su vodka.

―No me parece confiable ―opina Geert bajando su voz, dirigiéndose a mí.

―Necesitamos garantías ―digo ante la acotación de mi socio.

―Las tendrás ―expresa con confianza el italiano―. Pero ahora ¿Les molesta que me divierta un rato? ―Una chica se sienta en su regazo.

Otra muchacha se acerca a Geert y cuando me doy cuenta, tengo la pierna de una sobre mí, pero a esta la conozco.

―Hola, amore ―exclama la pelirroja con su gran sonrisa.

―Lírica. ―Bajo su pierna―. No estoy interesado, gracias.

Juega con su cabello y hace puchero.

―Pero si la última vez que estuvimos la pasamos muy bien.

―Tiene que hacer buena letra. ―Se ríe Geert―. Si está con otra mujer que no sea su prometida, le traerá desconfianza a la alianza que tenemos con los ingleses, y a nuestro grupo también.

Antoine lanza una carcajada y toma otro sorbo de su copa, mientras la chica le acaricia el torso, con la camisa ya abierta.

―Ay Dios, estos ingleses ¿Estás perdiendo poder en Inglaterra? Tranquilo, hombre, nadie se va a enterar, yo guardo tu secreto. ―Señala a Lírica―. Mira cómo me la estás dejando.

―Tranquilo, Antoine. ―Sonríe la pelirroja―. Yo sabré esperar. ―Hace una risita―. Este es buen macho. ―Se muerde labio inferior observándome―. Ese porte imponente, esa cabellera rubia. ―Se aferra a mi brazo―. Yo creo que tu prometida no te valora mucho, si yo fuera ella, no te dejaría ir por ahí con otras.

Sonrío.

―Ella me regala en bandeja, cariño.

Mi celular suena y miro el número tranquilamente, pero luego frunzo el ceño confundido.

"Llamada perdida de: Violette".

Esto es muy extraño.