22. No mires abajo

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Violette

Más allá del agradecimiento que debería tener por salvarme, aunque admito que sí me afectó de alguna manera, tengo la necesidad de querer matarlo.

De nuevo.

Pero esta vez voy a lograrlo.

Levanto el cuchillo en la oscura noche, frente a su habitación y me adentro a hurtadillas.

Plan fallido.

Me titila el ojo, viendo la cama vacía ¿Dónde está? Oigo el sonido del agua y me sonrojo. No puedo asesinarlo ahí, ¿o sí?

Vamos, no puedo dudar, era una asesina profesional. Cualquier lugar donde estuviera el objetivo, lo cumplía. Además, no es como si nunca hubiera visto a Pietro desnudo.

¡Está en la ducha!

Iré al baño, lo sorprenderé y lo mataré. Me desharé de toda evidencia y luego huiré del país rápidamente, el plan perfecto. Exacto, voy a asesinarlo.

Pongo la mano en la manija de la puerta y siento como mi corazón retumba con fuerza. Levanto el cuchillo cuando entro.

Ataco.

Se oye el sonido del metal caer al suelo y mi espalda chocar contra la pared de la ducha.

―¡Me estoy mojando! ―grito indignada cuando el agua cae en mi cara y luego abro los ojos cruzándome con los suyos.

No mires abajo.

Sonríe.

―¿Otra vez? Eres una repetitiva ¿Quién es la aburrida ahora?

―Suéltame o te golpeo ―amenazo mientras siento que se me suben los calores.

Está más bueno desnudo que con ropa ¡No mires abajo!

La prometida del Alemán (R#6) [Prometidos #1]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu