Pietro
Una vez que bajo por completo el cierre, permito que el vestido caiga al suelo, dejándola tan solo en ropa interior y agarro esa pequeña cinturita que tiene, guiando su espalda hacia el colchón. Me subo encima, posicionándome sobre ella, entonces la beso con velocidad.
Cuando me dedico a algo en específico, me centro en ello con mucha intensidad y no me refiero solo a los negocios.
Veo el rubor de Violette en sus mejillas, su respiración es agitada y su mirada es de confusión.
―Definitivamente estás muy rara. ―Me quito la chaqueta y comienzo a desabotonar mi camisa―. Me estás dejando todo el trabajo a mí. ―Sonrío―. ¿Dónde está la Violette audaz y atrevida? Me estoy aburriendo.
Frunce el ceño.
―Mira quién lo dice.
Paso mi mano por mi cabello rubio, cuando termino con el último botón y ella se muerde el labio inferior, al ver mi torso descubierto.
―Puede que hayamos intercambiado roles. ―Me tiro a chuponear su cuello.
―¡¿Qué?! ―Se remueve debajo de mí y patalea―. ¡No te atrevas a dejarme marca!
―¿Por qué? ―Me relamo los labios y me acerco a centímetros de su rostro, nuestras narices casi rozan―. Soy tu prometido ¿No puedo hacer algo como esto o es que no quieres que lo vean tus amantes?
El calor sigue en aumento en sus mejillas y vuelve a fruncir el ceño.
―No te jactes de ese título tan absurdo.
Hago una sonrisa de lado.
―Creo que tengo demasiada paciencia contigo.
―Ah, ¿sí? ―Levanta una ceja―. ¿Y si no la tuvieras?
Se hace un silencio largo hasta que respondo. Aunque sinceramente cambio el tema.
―¿Volvemos a lo que estábamos haciendo? Porque sino... ―Me lo pienso―. Tú serás la inglesa aburrida.
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La prometida del Alemán (R#6) [Prometidos #1]
Short StoryPietro Hoffman, un mafioso Alemán, con tal de no perder territorio en Inglaterra, hace un trato con la familia Lovelace, comprometiéndose con la hija menor, pero ella es una fiera indomable y cuando deben afianzar su compromiso las cosas se le compl...