Capítulo 7: Perfecto

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Capítulo ~7~
Perfecto

"La perfección es una pulida colección de errores"

-Mario Benedetti

La perfección humana no existe. Bien lo han dicho los sacerdotes en los pocos sermones a los que he asistido junto a mamá. El hombre perfecto, y la mujer perfecta no existen.

Aquel día me preguntaba porque no encontraba un solo defecto en Julie. Al menos uno que no me gustara.

Quería verla de nuevo para hallar un error en lo que parecía ser un criatura creada para ser perfecta y conquistar la galaxia con su hermosura y carisma. Eso era lo que imaginaba cuando su figura aparecía en mi cabeza.

Si la miraba de nuevo, ¿Era posible encontrar eso que la hacía humana?

Ni siquiera fue necesario estar con ella para darme cuenta del mar de problemas y fallos que la perfecta Julie cargaba en sus cabellos rosas.

Unos días después de nuestro encuentro escuché la voz de Marco en la cocina. Con claridad podía oír palabras agitadas que parecía provenir de mi padre.

Era difícil entender lo que decía pues una pared se interponía entre nosotros. Sin embargo, su tono denotaba preocupación, quizá se sentía frustrado.  Podía ver una parte de la silueta de mamá quien parecía escuchar con atención. Levantaba las cejas asombrada de vez en cuando y asentía sin interrumpir el largo discurso que no llegaba a su fin.

"'—Lo intentamos—escuché decir mientras me acercaba a la cocina intentando no hacer ruido con la silla —ella, y yo... intentamos evitar que volviera a hacerlo, pero no funcionó... —tocaba de vez en cuando su frente, cosa que hacía cuando tenía ganas de llorar pero no quería que las lágrimas salieran --... El domingo por la noche salió de casa sin que nos diéramos cuenta y en la madrugada del lunes recibimos una llamada de prisión."

—¿Robó algo, asaltó una tienda? —preguntó mamá con notable curiosidad.

—No, no, no. Nada de eso. Fueron encontradas mientras se inyectaban en un callejón a las afueras de la ciudad. Llevaban demasiada droga consigo. Creo que intentaron escapar pero estaban demasiado atontadas para lograr llegar lejos. A Julie la agarraron en una casa de ancianos a unas cuadras de donde las encontraron. Cuando fuimos por ella no era capaz de reconocerme, o a su mamá. Estaba demasiado drogada para saber que estábamos ahí. Solo hablaba de una mujer que la acosaba desde la esquina de la celda y repetía una y otra vez que no quería regresar a la escuela.

Ambos se quedaron callados.

Era curioso pensar que una niña tan linda, con la piel tan saludable, y buena figura se hubiera inyectado heroína en un callejón abandonado. Cualquiera pensaría que una persona adicta luce demacrada, con enormes ojeras y pómulos marcados de huesos. 

Quizá me había confundido. Sí. Era eso. La bella muchacha que me compró chocolate caliente en la plaza no podía ser la misma que no había sido capaz de reconocer a su madre a través de los barrotes de una celda en prisión.

Pero si era ella, entonces todo lo que los sacerdotes y filósofos decían cobraría sentido. La perfección humana, por más que parezca estar ahí, no existe.

Mientras más hermosa es una persona por fuera, su interior está más desordenado. Igual que la fruta de los centros comerciales.

Eso explicaría porque Julie llevaba tanto maquillaje el día que la conocí, además de que no le importaba que las personas la vieran hacer cosas extrañas, pues era probable que hubiera estado envuelta en situaciones mucho más vergonzosas.

Sin embargo, no quería pensar en una Julie drogada. Me negaba a imaginar una jeringa entrando por su brazo, o una chica de cabello rosa encerrada tras una celda.

—¡Dani! —Exclamó mamá con sorpresa cuando se  percató de que estaba a unos metros de ellos —¿hace cuanto estás ahí?

Miré a Marco un segundo. Él también me veía.

—No... mu-cho —dije.

—¿Quieres algo? —negué con la cabeza y en ese momento el teléfono comenzó a sonar en la sala —Bien, quédate un momento con papá, ya vuelvo.

Aún cuando Mamá atravesó la puerta de la cocina, Marco seguía mirándome con un expresión curiosa en sus ojos.

—Hola —dijo de repente.

—Hola —respondí.

—Julie habló bastante de ti cuando regresamos a casa, creo que le caíste muy bien.

—¿Ella lo hi-zo? ¿Ha-blar de mí?

—Lo hizo —Sonrió mientras tomaba un sorbo de su taza de café —. Lo hizo. De hecho, dijo cosas lindas. Creo que mucho de lo que habló sobre ti era desconocido para mí. —fijó sus ojos en la pared antes de volver a mirarme, pero esta vez con un aura decidida — .--Después de que ella hablara tanto pensé que quizá no te conozco lo suficiente. Sé que no convivimos mucho Daniel, y en verdad lo lamento, pero en ocasiones para mí es bastante difícil saber como debo tratarte —tocó el borde de la taza con la yema de los dedos, y posó sus ojos sobre el café —. Nunca imaginé que estarías en un situación como ésta, o que tendría un hijo... así.

—¿Así?

—Cuando uno va a tener hijos espera que ellos sean perfectos, pero, de una u otra manera las personas no son perfectas. Algunos son feos, otros no muy listos, se van de fiesta todos los días, roban, se drogan, tienen una discapacidad. Sin embargo, casi siempre los padres siguen pensando que sus hijos son perfectos. Se supone que un padre debería ver a sus hijos como si fueran perfectos, sino nadie lo hará.

Y de nuevo estábamos ahí, sentados en la cocina sin nada que decirnos. Sabía que quería hablar de muchas cosas con él, pero no quería arruinar el momento. También me sentía confundido acerca de lo que intentaba decirme, creo que en palabras simples, quería explicarme de manera sencilla y sin que sonará cruel, que no me amaba. No obstante, eso ya lo sospechaba. Definitivamente Marco no sentía lo mismo por mí que por Noa. Pero lo que me confundía era saber si papá intentaba decirme que trataría de quererme a partir de ese momento, o si tan solo me decía que me resignara a jamás ser amado por él.

Entonces dije:

—Mar...co, ¿aún jue...gas fut...bol?

—Sí, todavía lo hago —Respondió con tono sorprendido.

—Yo pa...teé una pe...lota en la te-rapia ha...ce unos dí...as.

—Vaya, ¿que tal estuvo?

—No me gus...ta el fut...bol.

Una sonrisa se dibujó en su rostro.

Daniel "Un Chico Enamorado"  (EDITANDO)Where stories live. Discover now