Daniel "Un Chico Enamorado" (EDITANDO)

Capítulo 11: Querer y Enamorarse

Capítulo ~11~
Querer y Enamorarse

"Una sonrisa suya es mi gloria, y por alcanzar su cariño le tributaría el homenaje de todo mi ser..."

- Emilio Ruiz

Un instante.

Poco más de dos segundos.

Un momento.

En medio de la noche, sobre una cama de algodón pensaba casi dormido encima de la luna, que la quería tanto.

Deseaba poder decirle cuan hermosa era. Contarle cuantas veces la había mirado pensando que no existía cosa más perfecta que ella.

En mi interior crecía desatado algo que no entendía; que me lastimaba y amenazaba cada minuto con romperme. Lo peor de todo es que no era un dolor que provocara lágrimas: lo peor es que ni siquiera podía sentirlo.

Había llorado toda la vida por cosas que no tenían sentido. Había perdido a mi padre sin darme cuenta. Era solitario y a veces estaba tan aislado del mundo que en mi vida había experimentado algo igual.

Cuando no estábamos juntos, me sentía ansioso por verla, y cuando ella venía la quería lejos. ¿Por qué? Simplemente porque el mundo no me dejaba amarla. No podía sentir algo por ella a menos que fuera en secreto. Si seguía guardándolo algo se quebraría tarde o temprano; mi piel se desgarraba cuando me tocada. Y fue así como las tardes con Julie se volvieron insoportables, pasando de ser el mejor momento del día a algo que no me era grato. Después de la noche que pasamos en la feria nada volvió a ser igual.

Hay momentos en los que pareciera que una revelación te llegara directo desde el cielo hasta tu regazo como un regalo divino, y en ocasiones maldito. Cuando la pude ver parada frente a mí destellando, con las luces de colores iluminándola, supe que no solo la quería, había comenzado a enamorarme.

Decir que fue amor a primera vista podría sonar algo exagerado, aunque también puede ser bastante correcto.

De saber antes de empezar a hablar, aquel día en la plaza de las flores, luego de que su actitud causará un escándalo, que eso pasaría nunca lo hubiera hecho. Ni siquiera la hubiera mirado.  Pensaba que de poder regresar el tiempo hasta ese momento, sería más fácil si simplemente actuaba como que no estaba ahí, como si no fuera capaz de entenderla o escucharla.

Al final, sentía que la necesitaba. Nunca aspire a una vida con ella hasta se punto. Entonces había comenzado a soñar con tenerla cerca de mí en la cama por las noches.

A pesar de lo que muchos pensarán, no era común en mí odiar la parálisis y querer librarme de ella a toda costa. Aparte de unos pocos momentos cuando no lograba integrarme a los jugos de pequeño, no anhelaba poder moverme con normalidad, y luego apareció Julie.

En este momento pensaba que si de alguna manera lograba ser más capaz habría mejores posibilidades de que estuviéramos juntos, y de que ella pudiera amarme. Pero mi mente estaba volando demasiado alto, imaginando que lo que no había pasado en diecisiete años sucedería de repente.

Así que pensé sobre mi vida, sobre la familia, mi futuro y el rumbo amoroso al que la parálisis me llevaría. Si de alguna manera lograba librarme del amor punzante que sentía por Julie, ¿volvería a enamorarme? ¿Sería lo mismo?

Sin quererlo, preso de las circunstancias, me volví demasiado frío con la que consideraba una estrella que flotaba fuera de mi alcance. Ya no la miraba a los ojos al estar juntos, ni le respondía cuando me contaba algo. Incluso sonreír se había vuelto difícil: me sentía tan mal que no lograba ocultarlo.