Capítulo 27

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¿Alguna vez pensaste que amabas a alguien que no lo merecía?

En mi caso ni siquiera sabía qué era amar. Pasaba cada día de mi triste existencia sentado tras la ventana de mi habitación con un ordenador o algún juguete sobre la mesita de mi silla de ruedas.

Algunas veces incluso me preguntaba si del otro lado del cristal, o fuera de la colorida sala de rehabilitación existía algo.

Cuando Julie entró a mi vida, junto con las drogas, el alcohol, su obsesión por pasear alrededor de la plaza me hizo darme cuenta que de hecho había pasado dieciséis años muerto.

No conocía otra cosa aparte del dolor del trabajo de estiramientos, el cansancio de tener músculos que se mueven con libertad propia, la impotencia de no poder salir corriendo y los besos de mamá.

Antes de Julie, estuve dieciséis años dormido, sin la necesidad de querer, de hablar; sin la necesidad de amar.

Ahora la tenía a mi lado, repleta hasta cada célula de su pequeño cuerpo de malas experiencias, de malas amistades, de miles de sentimientos: más viva que el sol a medio día.

¿Amaba a Julie?

¿Me amaba a mí mismo?

Le regalé una rosa pequeña que no fuera más bella que su rostro, para que todos la admiraran, porque era una criatura digna de miradas.

¿Por qué ahora sentía que no la amaba cuando me volví demente por su ausencia?

Entonces ella me decía que tenía casi tres días sin comer nada, que el brillo de su cabello había desaparecido, que su piel se veía quebradiza y que se le marcaban los huesos de los brazos porque la persona de la que hablaba cada segundo los últimos días al fin estaba de vuelta.

Y yo no entendía qué pasaba.

-Creí que quería verlo -me dijo con sus manos sobre su regazo -, pero ahora no estoy segura de ello. Me parece que no lo merece.

Y al decir esto se dejó caer sobre su cama, encima de osos de peluche y recortes de revistas.

-¿Por eso no a...bres? -cuestioné confundido.

Ella se quedó mirando la pared.

-Por eso no abro -confirmó.

Me acerqué e intenté tomar su mano de la manera en que ella lo hacía cuando yo estaba triste, pero mi brazo era lo suficiente débil para no llegar.

Julie sonrió, enseguida sujetó mis dedos y solo se quedó callada con mi mano sobre su abdomen.

Los espasmos seguían aunque estuviera relajado, rara vez se detenían si estaba despierto. Así que mientras ella respiraba tranquila, yo me retorcía en mi silla. Sacudía la cabeza, también las manos y daba pequeñas patadas.

De repente sentí sus ojos sobre mí. Estaba acostumbrando a que las personas me miraran pero los últimos días había notado como Julie inclinaba las cejas cuando recorría mi cuerpo espástico.

Me limité a sonreír. Quería decirle que no se preocupara, en realidad ya sabía lidiar con el dolor. De alguna manera sabía que ella se preocupaba al verme así, igual que mamá, Noa e incluso Marco.

Se sentó de nuevo y colocó sus manos a los lados de sus caderas.

-Estaba pensando el otro día sobre papá, y sobre nuestra relación y tu discapacidad... -dijo con seriedad -... creo que Adolph nunca estará de acuerdo con ello.

Quizá eso era lo que temía. Desde que conocí a Julie supe que en algún momento alguien estaría en contra incluso de que fuéramos amigos. Conforme pasó el tiempo descubrí que ella no escucha a los demás, en verdad hablar de su actitud es hablar de alguien que se escucha a sí misma, y hace lo que quiere.

Sin embargo, parecía claro que quería demasiado a su papá. Estaba preocupada por lo que él diría de mí más de lo que yo pensé. Ambos eramos importantes en su vida, y de alguna manera eso le hizo sentir que tenía que elegir.

Hasta ese momento no había notado que ella se preocupaba por mí al punto de que si me sentía incomodo buscaba cualquier manera de solucionarlo. Pero no sabía que haría ella si el mantenerme a salvo significaba alejarse de su propia familia.

Aunque estaba seguro de no querer que ella hiciera eso.

-¿Me quieres? -preguntó de repente con sus ojos mirándome acusadores.

-Lo ha...go -dije intentando tragar las lágrimas que se acumulaban.

-Si te dijera que tomáramos el próximo autobús y nos fuéramos a cualquier lugar que nos lleve, ¿aceptarías?

Daniel "Un Chico Enamorado"  (EDITANDO)Where stories live. Discover now