Escapando del infierno (+21)

CAPÍTULO 2 (CORREGIDO)

Adrien Volkov

Ha pasado un mes y puedo confirmar que Hanna no es la novia de Ryder, claro está ya que si lo fuera no haría el amor con el hermano del rubio, bueno, con cualquier otro.

Resulta que a la rubia le gusta explotar sus capacidades sexuales, Hanna es una ninfómana. Prefiero llamarla así, ya que zorra no le queda, quizás si un poco, pero no la llamare de esa forma, la respeto a pesar de su forma de ser.

Por otro lado, como dijo Thomas antes, estaba loco por el pene de un solo chico, ese chico era Ryder, ¿Cómo me entere? Pues antes de que abrieran, al entrar al baño se escuchaban sus jadeos y nombraba al rubio.

Lo que me lleva a otra cosa ¿Quién se manosea en un baño público?

Cuando pensé en una cultura distinta, no imagine algo así.

Sin embargo, todos los que trabajan aquí son realmente agradables cuando les conoces bien. No he tenido el placer de conocer a cada uno personalmente pero al estar siempre con Thomas en la barra, no tardo en presentarme a sus amigos.

Estaba Ryan, el hermano de Ryder, él era un policía que venía a dar rondas de vez en cuando, y otras veces solo iba directo a la oficina de Hanna a dar otro tipo de rondar.

Era algo irónico como él era el representante de la ley por aquí, y Ryder era quien se encargaba de las peleas ilegales en el sótano y la venta de unas cuantas drogas.

Si, drogas.

Me sorprendí cuando me contaron que la marihuana, no era nada comparado con lo que se consumía en el sótano.

¿Cómo les dejan vender?

No es que les dejen hacerlo, al parecer Hanna tiene un acuerdo con los policías de la zona, para que se queden callados si ven algo y claro, a veces vienen.

UN MES ANTES

Limpie la barra por tercera vez mientras suspiraba.

El trabajo no era tan fácil como pensé, la barra se llena y no hay descanso alguno. Y no es solo eso, sino que para que los vasos se deslicen por la mesa hay que tener precisión, cosa que según Thomas, yo no tenía.

Era realmente una mierda ver a los clientes enfadarse por recibir el alcohol sobre sus prendas, solo que a veces la marihuana estaba de mi lado. Thomas solo se reía con mis errores y les daba tragos gratis a los clientes, quienes aceptaban encantados la oferta.

Cuando derribaba una bebida, los clientes ya comenzaban a celebrar.

Dejo el trapo bajo la barra y antes de comenzar a hacer el trago otra vez, Thomas me quita las botellas de las manos.

— Ve a descansar un momento, lo necesitas.

Me quito el delantal sabiendo que tiene razón y tomo una de las cervezas detrás de mi antes de avanzar hacia la pista.

Mis oídos ya se habían acostumbrado al alto volumen de la música al igual que mis ojos a las luces de colores. Después de todo estaba trabajando casi a diario, y había notado una cosa, no importaba si era lunes o sábado, ROM siempre se llenaba.

Toda clase de gente se encontraba en la pista, no era raro ver a los trabajadores allí, incluso Hanna. Pero esta noche no estaba allí, lo que significaba que probablemente estaba en la oficina teniendo relaciones con algún desconocido.

Suspiro pensando en ello.

No es que sienta celos, por Odín no. Solo me preocupa que en algún momento se contagie de algo, sería terrible para ella, para cualquiera más bien dicho.