Capítulo 27 (CORREGIDO)

805 60 23
                                    


Hanna Morgan

No usamos un puto condón.

Yo, la mujer a la que Durex le hace entregas personales cada mes por qué soy su cliente número uno. Yo, la puta Hanna Morgan, olvide pedirle a un hombre que usara condón para follarme.

Ustedes dirán; "Ya, pero es Adrien" pues yo les digo que me importa una mierda que sea incluso el puto Harry Styles, todos y cada uno de los chicos de la lista usan condones, Aarón que no es parte de la lista, cada vez que me cogió fue con condón.

Ahora ya entiendo por qué se sintió tan bien, no había látex de por medio.

Si, solamente por eso.

— Hanna, no usamos condón. — Murmura contra mi oído y suspiró profundamente.

Lo sé, siento tu semen correr dentro de mí.

Me levanto de él con algo de dificultad por lo pesado que siento el cuerpo y lo sacó de mi volviendo a mi asiento. Veo su miembro semi duro bañado de nuestros fluidos y abro la guantera sintiéndome imbécil.

Por primera vez en mucho tiempo, me siento imbécil.

— Toma. — Saco toallas húmedas y le tiró unas cuantas al abdomen mientras que con otras me limpio yo misma.

Vergüenza.

¿Si? hola sentimiento que había olvidado. Nos volvemos a ver, ¿Quieres saber por qué vuelves hoy? Pues no es algo muy fuera de lo normal en el mundo moderno, un hombre me llenó de su semen y me estoy limpiando con toallas húmedas en vez de estar disfrutando de mi orgasmo.

Me arreglo la ropa concentrada en la música y me sorprende que Adrien esté tan callado. Quizás cuando comience a hacer preguntas estúpidas debo follarlo y así se callará.

Lo miro y la vergüenza aumenta cuando me doy cuenta de que me está mirando, en realidad parece que me mira hace un buen rato.

— ¿Estás bien? — Su mirada preocupada recorre mi rostro y termina en los pequeños trozos húmedos en mi mano.

— Si. — Los dejo en el agujero para las bebidas y antes de que me gire hacia la ventana, él toma mi brazo acercándose a mí.

No dice nada y acerca una toalla húmeda a mis labios limpiándolos, los mira atento y no entiendo qué limpia hasta que recuerdo que el muy salvaje me lo hizo sangrar. Sin embargo, caigo en cuenta de para que le pase las toallas y me aparto asqueada.

»— ¿Me estás limpiando con lo misma mierda que te limpiaste la polla? — Adrien ríe negando suavemente y luego deja las toallas sucias en el mismo lugar qué las dejé yo. Me mira curioso y dejo de mirarlo molesta conmigo misma.

¿Cómo fui tan descuidada?

— Hey... Está bien. — Tira de mi brazo y me abraza contra su pecho besando mi cabeza. La forma en la que lo hace se siente como si supiera lo que me está pasando y logra calmarme un poco.

E aquí una vez más, el príncipe azul.

🚬🚬🚬🚬

Enciendo un cigarrillo abriendo un poco la ventana a mi lado y Adrien me extiende su mano para que se lo dé.

— No, estás siendo un ciudadano responsable, no puedes fumar mientras conduces. — Le miro de reojo y se lo doy después de darle una profunda calada.

— Si bueno, todavía sigo sin pensar.

— ¿Qué haces conduciendo como abuela entonces?

— Acabo de tener sexo, no soy la persona más energética ahora mismo. — Sonríe mirándome de reojo y le da una calada al cigarrillo frenando ante un semáforo en rojo.

Escapando del infierno (+21)Where stories live. Discover now