CAPÍTULO 14 (CORREGIDO)

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Adrien Volkov

— El detective ya no será un problema.

— ¿Ya lo mataron?

Dejo de mirar la televisión ante las palabras de Ryder y miro fijamente a la rubia. ¿Ella mandaría a matar a una persona? ¿A un inocente?

Hanna niega rápidamente haciendo una mueca y se sienta junto a Thomas sin dejar de mirarme.

— ¿Quién soy? ¿El puto Padrino? Solo lo encontré y le pagué una gran suma para que ya no investigará a Adrien.

— Ya claro. — Ryder ríe y se levanta mirando su reloj. — Yo ya me voy, tengo una orgia a las nueve de la mañana. ¿Alguno se apunta? — Señala al resto con una sonrisa maliciosa y niego lentamente al igual que el resto. — Hanna Banana ¿Hace cuánto no vas a una orgía? te extrañamos en el club.

— Quizás para mi cumpleaños me apunte a una. — Le guiña un ojo al chico y él toma su mentón dejando un beso corto en sus labios.

— Reservare una sala desde ya. — Toma su abrigo de la entrada y sacude su mano hacia nosotros. — Nos vemos en ROM a la tarde.

La puerta se cierra y vuelvo a concentrarme en la película cutre de terror, mis ojos se van cerrando ya que habíamos pasado toda la noche despierto como era de costumbre y unas dos horas de sueño, viendo televisión.

Bostezo sintiendo mis párpados pesados, sin embargo, un fuerte grito hace que me levanté de golpe y miré hacía todos lados buscando el peligro.

Thomas, el dueño del grito me mira divertido y se ríe con la rubia.

— Mierda Thomas, debes dejar de gritar así. — Vuelvo a sentarme en el sofá café y cierro mis ojos bostezando otra vez.

— Lo siento no puedo evitarlo, resulta que me lo estuve guardando todo este tiempo. ¿Sabes por qué?

— ¿Por qué? — Pregunto adormilado.

— PORQUE RYDER ME BESO. — Me siento de golpe y miro a la rubia, la cual asiente dándole la razón. — Sé que fue para echar a Alice, pero mierda, sus labios estaban presionados contra los míos y estaban húmedos... Me voy a tocar recordando eso.

— ¿Húmedos? Eso significa que los lamió, que pensó en besarte como si fuera a devorar un dulce. — Hanna sonríe divertida. — Oye Adrien, ¿Apostamos? A Ryder le gusta Thomas y es gay de closet. Cien dólares.

— ¿Cien dólares? — Alzó una ceja sorprendido y ella chasquea la lengua.

— Cierto es la nada misma, ¿Mil dólares?

— Claro, porque puedo perder mil dólares tres veces a la semana y no me pasara nada. — Me cruzo de brazos divertido y ella ríe.

— ¿Un beso? Algo simple, cualquiera puede dar un beso y la apuesta comienza por un beso.

— Bien. — Niego divertido. — Ryder no es gay y besar a Thomas solo fue para echar a Alice.

— Buuu, eres un mata ilusiones. — Thomas me mira mal y me lanza uno de sus cojines levantándose. — Iré a acostarme, ¿Quién se ofrece para dormir conmigo? ¿O quieren dormir juntos recordando que todavía no tienen sexo? — Aunque sus ojos se cierran por el cansancio, en sus labios se forma una sonrisa maliciosa digna de él.

— Prefiero la segunda. — Hanna le guiña un ojo sonriendo y el pelinegro desaparece en el pasillo a un costado. Se escucha una puerta abrirse y luego un cuerpo cayendo sobre un colchón.

»— Adrien, antes de ir a la cama quiero hacerte una pregunta muy, pero muy importante.

— La curiosidad mato al gato, Hanna. ¿Recuerdas? — Vuelvo a cerrar los ojos con una sonrisa acomodándome en el sofá.

Escapando del infierno (+21)Where stories live. Discover now