Adrien Volkov
— El detective ya no será un problema.
— ¿Ya lo mataron?
Dejo de mirar la televisión ante las palabras de Ryder y miro fijamente a la rubia. ¿Ella mandaría a matar a una persona? ¿A un inocente?
Hanna niega rápidamente haciendo una mueca y se sienta junto a Thomas sin dejar de mirarme.
— ¿Quién soy? ¿El puto Padrino? Solo lo encontré y le pagué una gran suma para que ya no investigará a Adrien.
— Ya claro. — Ryder ríe y se levanta mirando su reloj. — Yo ya me voy, tengo una orgia a las nueve de la mañana. ¿Alguno se apunta? — Señala al resto con una sonrisa maliciosa y niego lentamente al igual que el resto. — Hanna Banana ¿Hace cuánto no vas a una orgía? te extrañamos en el club.
— Quizás para mi cumpleaños me apunte a una. — Le guiña un ojo al chico y él toma su mentón dejando un beso corto en sus labios.
— Reservare una sala desde ya. — Toma su abrigo de la entrada y sacude su mano hacia nosotros. — Nos vemos en ROM a la tarde.
La puerta se cierra y vuelvo a concentrarme en la película cutre de terror, mis ojos se van cerrando ya que habíamos pasado toda la noche despierto como era de costumbre y unas dos horas de sueño, viendo televisión.
Bostezo sintiendo mis párpados pesados, sin embargo, un fuerte grito hace que me levanté de golpe y miré hacía todos lados buscando el peligro.
Thomas, el dueño del grito me mira divertido y se ríe con la rubia.
— Mierda Thomas, debes dejar de gritar así. — Vuelvo a sentarme en el sofá café y cierro mis ojos bostezando otra vez.
— Lo siento no puedo evitarlo, resulta que me lo estuve guardando todo este tiempo. ¿Sabes por qué?
— ¿Por qué? — Pregunto adormilado.
— PORQUE RYDER ME BESO. — Me siento de golpe y miro a la rubia, la cual asiente dándole la razón. — Sé que fue para echar a Alice, pero mierda, sus labios estaban presionados contra los míos y estaban húmedos... Me voy a tocar recordando eso.
— ¿Húmedos? Eso significa que los lamió, que pensó en besarte como si fuera a devorar un dulce. — Hanna sonríe divertida. — Oye Adrien, ¿Apostamos? A Ryder le gusta Thomas y es gay de closet. Cien dólares.
— ¿Cien dólares? — Alzó una ceja sorprendido y ella chasquea la lengua.
— Cierto es la nada misma, ¿Mil dólares?
— Claro, porque puedo perder mil dólares tres veces a la semana y no me pasara nada. — Me cruzo de brazos divertido y ella ríe.
— ¿Un beso? Algo simple, cualquiera puede dar un beso y la apuesta comienza por un beso.
— Bien. — Niego divertido. — Ryder no es gay y besar a Thomas solo fue para echar a Alice.
— Buuu, eres un mata ilusiones. — Thomas me mira mal y me lanza uno de sus cojines levantándose. — Iré a acostarme, ¿Quién se ofrece para dormir conmigo? ¿O quieren dormir juntos recordando que todavía no tienen sexo? — Aunque sus ojos se cierran por el cansancio, en sus labios se forma una sonrisa maliciosa digna de él.
— Prefiero la segunda. — Hanna le guiña un ojo sonriendo y el pelinegro desaparece en el pasillo a un costado. Se escucha una puerta abrirse y luego un cuerpo cayendo sobre un colchón.
»— Adrien, antes de ir a la cama quiero hacerte una pregunta muy, pero muy importante.
— La curiosidad mato al gato, Hanna. ¿Recuerdas? — Vuelvo a cerrar los ojos con una sonrisa acomodándome en el sofá.
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Escapando del infierno (+21)
RomanceAdrien nunca había viajado a Estados Unidos, pero cuando tienes una ex psicópata, cualquiera lo hace ¿No? Puede haber dejado su país para escapar del infierno al que estaba condenado con Alice, pero ¿Y si viajando solo se adentra más al inframundo...