EXTRA 5

398 23 4
                                    


Contexto: Ryan diciendo te amo

Ryan

Siento sus suaves dedos sobre mi mejilla, mis parpados pesan, aun así los obligo a abrirse y sonrió ligeramente viendo esos ojos claros que me vuelven loco.

— ¿Alguna vez te han dicho lo hermosa que te ves por las mañanas?

Una sonrisa de labios juntos se extiende en sus labios y me siento el hombre más afortunado por verla despertar. Pocos pueden hacerlo, y yo pertenezco a ese grupo.

Sigo sin decidirme cuando es qué luce más hermosa, al despertar, después de una ducha, cuando entra cómo la dueña del mundo a un cuarto, o cuando sonríe.

— Si, varias veces, tu hermano y tu tienen una rara manía con recordarme lo hermosa que soy.

Sonrió.

— Eres hermosa.

Ambos reímos y giro hacía ella abrazándola con cariño, beso su frente y vuelvo a cerrar los ojos disfrutando de su delicioso aroma. Es dulce, amargo, excitante y tan ella...

Asi es ella, dulce cuando quiere, una amargada, excitante veinticuatro siete y Hanna Morgan... Estoy tentado a añadir su nombre a un diccionario.

Hanna Morgan: Mujer endemoniadamente sexy, lujuriosa, asombrosa, cruel, narcisista, e irresistible.

Irresistible por qué no importa quien seas, te enamoras de ella.

— ¿Alguna vez te han dicho te amo? — Susurro a su oído con el corazón a mil. — Te amo... — Se aparta rápidamente de mí y se lleva consigo mi corazón.

— No lo hagas ni en una puta broma.

Me mira con el ceño fruncido y el miedo en sus ojos, me duele.

— Estaba bromeando. — Rio sin ganas sentándome y hago una mueca cuando ella no puede verme. — ¿Tan malo sería si me enamorará de ti?

— Sería un amor no correspondido y enamorarse es patético, ¿Quieres ser patético? — Me giro hacía ella y la veo alzar una ceja. Niego forzando una sonrisa. — Somos buenos amigos Ryan, somos compañeros de trabajo y buenos amantes, no lo jodamos por idioteces, ¿Okay?

Asiento conteniendo la tristeza qué inunda mi pecho y me pongo mi camiseta. Me demoro un poco para asegurarme de no delatarme y me recuesto a su lado besando su mejilla con cariño.

La amo, la amo demasiado, estos años con ella han sido los mejores de mi vida, entiendo que es diferente a las otras chicas y que nunca podríamos tener una relación, qué debería conformarme con ser buenos amigos, compañeros de trabajo y buenos amantes...

Pero no puedo, necesito tenerla solamente para mí de la misma forma que necesito ser solo de ella.

Dios... Es Hanna Morgan, eso nunca pasará.

— Okay. — Respondo con el corazón destrozado.

"Enamorarse es patético, ¿Quieres ser patético?"

— Ahora. — Murmura mirándome a los ojos y me duele no poder decirle lo mucho que me gustan. Sonríe ligeramente y me gustaría besarla para seguir viviendo en mis fantasías, donde somos novios y somos felices juntos. — ¿Me preparas el desayuno? A ti siempre te quedan deliciosos.

Beso su mejilla dejando mis labios ahí unos instantes.

O puedo hacerle de comer y verla emocionarse cuando saque las fresas que compre... Si, puedo hacer eso.

— Claro, para ti siempre lo mejor de mí. — Sonrió pensando en lo bien que se vera cuando vea que le traje fresas.

Enamorarse es patético, yo soy patético por ella desde el primer día qué la vi.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Escapando del infierno (+21)Where stories live. Discover now