Adrien Volkov
— ¿Apuestas? — Sonríe.
— ¿No hemos hecho eso toda la noche? — Le devuelvo el gesto.
— Pero esta vez apostemos algo diferente.
— ¿Qué quieres apostar?
— Si te gano, nos quitamos estas ganas de una vez por todas.
...
— ¿Tu eres Reed?
— Eso parece.
— Tu eres a quien buscaba, ten cuidado en lo que te metes, niño. Ella es peligrosa para ti.
— ¿Todo bien, Frank? — Hanna se acerca a nosotros.
— Si, solo le decía a tu chico que cuando juegue póker disimule mejor sus buenas cartas. — El hombre sonríe y palmea mi hombro. — Ten en cuenta mis palabras, Reed.
...
— ¿Qué tiene de especial?
— ¿Disculpe?
— ¿Qué tiene de especial la zorra de mi hija? Porque si es su cuerpo yo igual lo tengo, Reed.
— No estoy interesado en su cuerpo Señora Morgan, y Hanna no es ninguna zorra.
— Ya veo, si es su cuerpo. Ven, vamos a coger, así veras que esa puta no es especial.
...
— ¿Vamos al cuarto? — Su voz susurra a mi oído mientras su mano acaricia mi pecho.
— No puedo hacerlo, no te amo.
— ¿Y? No me voy a sentir usada al día siguiente.
— Pero yo sí.
— Solo es sexo Adrien, solo vamos a coger, no vamos a enamorarnos.
— Un polvo nunca es un simple polvo para mí, ¿Bien? no puedo separar el sexo y el amor como tú. Lo siento si a diferencia de ti, tengo sentimientos.
— Adrien...
— Vete a la mierda, Hanna.
...
— ¿Mandaste a la mierda a mi hermanita? — Chad ríe extendiéndome su cerveza.
— ¿Crees que pueda dormir en otro cuarto? No quiero llegar donde ella.
— Lamento informarte que Sasha tiene los ojos sobre ti, y si no duermes en el cuarto de Hanna, vas a amanecer violado por mi madre.
— Tienes una familia bastante particular...
— Somos Los Morgan, hermano. La mejor mafia del mundo esconde mucha mierda en su mansión.
— La mejor mafia del mundo...
— Y pronto formarás parte, yo que tu correría lejos antes de que sea demasiado tarde. — Ríe dándole otra calada a su porro.
...
Mi cabeza palpita, mis sienes presionan mi cerebro y mi garganta duele. Los recuerdos de la noche anterior me asaltan y me giro en la cama lentamente para que mi cabeza no duela tanto.
No recuerdo cuánto bebí, pero aposté contra Hanna muchas veces y ella ganaba cada ronda. Veo detenidamente el techo y me pierdo unos segundos en el blanco del techo.
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Escapando del infierno (+21)
RomanceAdrien nunca había viajado a Estados Unidos, pero cuando tienes una ex psicópata, cualquiera lo hace ¿No? Puede haber dejado su país para escapar del infierno al que estaba condenado con Alice, pero ¿Y si viajando solo se adentra más al inframundo...