Zabivaka

Capítulo 5 EL VIAJE CONTINÚA

 A las afueras de Varsovia la noche hundía al tren en la oscuridad total, cruzaron el país de centro a extremo norte para llegar a Gdansk, ciudad donde tomarían el barco que llevaría a Zabivaka y a Rudy hasta Alemania donde tendrían una nueva vida. La mañana siguiente despertaron, el silbato del tren anunciaba la llegada, tomaron el equipaje de Rudy que era nada comparado a lo que Zabivaka llevaba para afrontar su destino en Alemania. El pequeño lobo solo traía consigo su más preciado tesoro: el balón que su amigo Leonard le compro hacia unos días, era un 29 de Diciembre pero el hecho de los acontecimientos recientes ahuyentaban el espíritu navideño y de fiestas de año nuevo. Era una mañana nublada, la nieve comenzaba a caer con delicadeza al compás de pequeñas gotas de helada lluvia, el barco estaba listo para zarpar y llegando con una hora de anticipación pasaron los registros que afortunadamente no pedían pasaporte o visa de salida por tratarse de fechas especiales. El barco se encontraba en inspección de seguridad, Zabivaka y Rudy se dirigieron a su habitación de primera clase en la Cubierta B, que había sido apartada hacia unos días por el padre de Rudy, quien una noche antes de salir compro un boleto más de abordaje. El cuarto era grande y lujoso muy similar en el que habían estado hacia unos días en Varsovia, Zabivaka aún se asombraba por el hecho de viajar a un país completamente distinto en condiciones tan favorables que miles de rusos que huían de su país hubieran deseado tener.

-En serio no puedo creer que hagan todo esto por mi.- Dijo Zabivaka contemplando la vista de la nublada ciudad que comenzaba a vestirse de blanco con la nevada exterior.

-No te preocupes, amigo la verdad es que principalmente lo hago por brindar mi apoyo a quien lo necesite, en segundo lugar tengo una pequeña historia que puede explicar el hecho que te apoye.- mencionó triste Rudy mientras desempacaba sus maletas.

-Lo siento, no quise incomodarte, pero en verdad gracias por lo que en estos pocos días has hecho por mi.- decía mientras ponía su balón sobre la repisa del armario de la habitación.

En ese momento sintieron que la máquina del barco en la última cubierta comenzaba a trabajar y por consiguiente el barco comenzó a zarpar hacia mar abierto, la mañana era intensamente oscura y fría, mientras tanto en el corredor los pasajeros bajaban de la cubierta principal al interior del barco debido a las fuertes ráfagas de viento helado y la fuerte nevada que comenzaba a caer. Faltaban dos días para año nuevo, dos días para llegar a Alemania, dos días en mar abierto perfectos para recordar todo aquello y todos aquellos que se fueron y conocieron en el transcurso del año que estaba por terminar. Zabivaka estaba intensamente cansado por lo cual decidió sintonizar una estación de radio para escuchar música de estilo relajado para tomar una siesta, sin embargo toda señal de radio se perdió al momento de zarpar debido a la velocidad del barco que se adentraba más rápido a mar abierto dejando atrás la ciudad del país que les abrió las puertas al salir de Rusia, aun con falta de música Zabivaka tomo una larga siesta debido a la incomodidad del tren la noche anterior, Rudy por el contrario salió a dar una vuelta por el barco pasando por el salón principal.

El clima empeoró, las gruesas gotas de lluvias golpeaban con fuerza los cristales de todas las ventanas del barco, éste a su vez comenzó a tener problemas para navegar en línea recta, el brusco movimiento de las terribles olas al otro lado del casco del barco amenazaban con hundir la nave, una de las más fuertes sacudidas del barco despertó a Zabivaka, quien a la vez dio un giro en su cama cayendo de golpe seco al suelo.

-Oh no puede ser, ¡Que terrible situación se vive allá afuera!- Se dijo así mismo.

-Es normal ya verás que en una hora más tardar la marea se calmará, créeme te acordarás de mí- Respondió una voz que venía de uno de los sillones en el centro de la habitación, era Rudy.