Capítulo 28 VERDADERA FAMILIA

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La mañana del veinte de Diciembre pasaba volando, Zabivaka recibió su bono navideño y por consiguiente salió de compras en la nevada ciudad de Berlín, las tiendas a pesar del clima se encontraban muy concurridas. El centro comercial de Berlín fue donde decidió recurrir para las compras, el lobo estaba consciente del supuesto escándalo que se armaría cuando todos lo vieran pero estaba bien preparado para la situación. Al estacionarse en el sótano del lugar aseguró su auto y caminó guardando las llaves en su pantalón, Zabivaka entró en un elevador para dirigirse hacia el tercer piso donde se encontraba la tienda de ropa donde haría sus compras navideñas. Al detenerse el elevador en el primer piso entraron dos husky y un pastor alemán.

-Disculpa... ¿Acaso tú eres Zabivaka?- preguntó el pastor alemán.

Zabivaka lo miró y sonrió al percatarse que se dirigía a él.

-Sí- mostró los colmillos con una sonrisa- es un placer.

El elevador se abrió en la tercera planta y se despidieron, al pasar por los pasillos del centro comercial todos se percataban que Zabivaka se encontraba ahí, autógrafos, saludos, estrechos y hasta fotos les concedió a quienes se lo pedían.

-Gracias Zabivaka- dijeron dos aficionadas al equipo Force Berlín.

-Hey, Zabivaka

-Zabivaka

-Hola, Zabivaka

-¿Qué tal, Zabivaka?

No se hizo ninguna multitud, al menos se estaba cumpliendo una gran expectativa del lobo, pues sentía la necesidad de comprar la ropa lo más rápido posible, subió a la sección de las chaquetas, Hunter era amante de las chaquetas negras, al ver dos chaquetas de aquel color que hacían juego con un nuevo pantalón que su hermano había comprado recientemente Zabivaka la tomó y posterior a ello se dirigió a la sección de tecnología.

-Hola, disculpe quiero ver el modelo más reciente de la marca de celular que usted considere la mejor.

La zorrita se estremeció al ver al lobo.

-Oh, ¿Zabivaka? Por supuesto que sí, éste teléfono- señaló al que tenía en exhibición- tiene un veinte por ciento de descuento y cuenta con las características de las más sofisticadas que puedes leer en el papel que tiene a un lado.

Zabivaka examinó el teléfono de pantalla táctil y no dudó en comprarlo para su amigo Rudy.

-Mmmmm me parece que necesito tres, por favor- Zabivaka sonrió.

La suma total junto con la chaqueta fue pagada sin remordimientos, los regalos navideños estaban listos y se dirigió de nuevo a la camioneta, al guardar las bolsas recibió una llamada, la foto de Eliot se hacía visible en la pantalla táctil de su teléfono celular.

-Eliot, que gusto escucharte- contestó Zabivaka.

Eliot del otro lado de la línea sonaba un poco agitado.

-Sí, Zabivaka pero... en vista de las circunstancias necesito que vengas rápido al hospital Hedwig, el entrenador Duke ha sufrido un ataque al miocardio y no se encuentra muy bien, me gustaría que pudieses venir.

Zabivaka se estremeció considerablemente al escuchar aquella noticia.

-¡Voy para allá, enseguida!

El lobo se abrochó el cinturón de seguridad e inmediatamente aceleró dirigiéndose a la salida del estacionamiento, giró a la derecha e incrementó la velocidad para dirigirse por la sexta avenida directo al hospital, lo que más le causaba desesperación eran los semáforos en rojo, temía que por culpa de esa pérdida de tiempo llegara demasiado tarde al hospital... Luego de veinte minutos de conducir por la ciudad de Berlín se encontró en el estacionamiento superior del hospital, recogió su boleto y entró corriendo a todo lo que sus patas daban, la recepción se encontraba en el otro extremo, esquivando enfermeras y doctores logró llegar a un espacio amplio que solía ser un elegante vestíbulo.

ZabivakaWhere stories live. Discover now