Capítulo 26 EN LA FRONTERA CON RUSIA

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Zabivaka conducía mirando fijamente al frente, Eliot se había quedado dormido en el asiento trasero junto con las maletas, la música se había apagado por completo y al acercarse al norte el clima cambiaba considerablemente, al pasar la interestatal hacia la provincia Voivodato de Varmia y Masuria las nubes comenzaron a oscurecerse más y más, llegando a tal punto de que al ser las doce del día daba la impresión de que estuviese atardeciendo, Zabivaka encendió la calefacción del auto y vió un anuncio con un idioma que reconoció

Rusia: 10 kilómetros siguiendo derecho.

Zabivaka divisó una gasolinera y se detuvo para llenar el tanque y comprar pan dulce junto con algo de café y obviamente chocolate líquido para su amigo, el lobo degustó un pan regional que tenía una deliciosa cubierta de mermelada con bolitas de chocolate blanco y pasas, Eliot comió un paquete de galletas de chispas de chocolate y luego de terminar de degustarlos siguieron su camino.

-¿Cómo es Rusia? Escuché que por allá todos son muy enojones.

Zabivaka bufó un poco y respondió:

-Bueno, siempre se tienen estereotipos de todos los países, pero no todos son así, soy ruso y bueno considero que soy un lobo alegre y radiante de felicidad- Ambos rieron y se estremecieron cuando un oficial los detuvo.

Se trataba de un pastor suizo, muy parecido a Eliot, pero éste no parecía tan amigable como su amigo, Zabivaka no entendió ni J de lo que aquel oficial decía, pero al mostrarle sus documentos los dejó seguir el camino.

La ciudad fronteriza era un poco más pequeña de lo que Zabivaka recordaba, considerando que aquella noche que cruzó la frontera con Rudy no estaba tan atento cuando era cachorro. Estacionaron la camioneta en una cafetería y posteriormente caminaron en una dirección recta, las avenidas de la ciudad eran muy amplias y la naturaleza se apreciaba por todas partes, al no ser una metrópoli el color verde del pasto y los numerosos árboles rodeaban las casas y los pequeños edificios del lugar.

-¡Allá!- señaló Zabivaka y salió corriendo hacia las vías del tren.

-Oye, espérame- gritó Eliot.

Ambos corrieron hasta encontrarse en la cima de una colina, el paisaje era muy lindo a pesar de que en medio de un valle desierto se alzaba una cerca tan larga que se perdía en el horizonte. Zabivaka se apoyó en una mesa de camping que estaba en el lugar, del otro lado de la cerca se apreciaban los valles que comenzaban a congelarse por el clima del norte.

-Después de tanto tiempo, la vuelvo a ver- Zabivaka sonrió y se llevó una pata al corazón- mi querida Rusia.

Eliot se acercó a su amigo y ambos contemplaron el horizonte ruso, en lo alto de un asta se alzaba del otro extremo la nueva y majestuosa bandera rusa, con las franjas blanca, roja y azul. De su lado se encontraba la bandera blanca y roja de Polonia.

-Es tal y como la recuerdo, siempre nevada y tan patriótica tierra que me vió nacer.

-Rusia se ha recuperado de aquella guerra que tuvo hace diez años- explicó Eliot observando el lado ruso- se considera que ahora es una gran potencia económica, volveremos para cruzar ésta frontera, Zabivaka.

El lobo se quedó pensando en muchas cosas mientras admiraba el lado ruso, Eliot volvió a contemplar la bandera.

-Creo que ya te había contado sobre mis viejos amigos- Zabivaka sonrió con los ojos vidriosos- Leonard y Cosmic deberían estar del otro lado de ésta línea, fueron grandes amigos, especialmente Leonard, él era como mi hermano pero la tragedia de aquella noche no tuvo piedad de ninguno de los dos.

El viento comenzó a correr y copitos de nieve comenzaron a caer, ambos amigos se sentaron para contemplar tranquilamente la cerca que dividía ambos países.

-Tengo la esperanza que estén vivos, ellos deben seguir con vida, Eliot, pero ni con todo el dinero del mundo puedo encontrarlos- Zabivaka se llevó las patas a los ojos.

El clima empeoró y ambos decidieron volver a la camioneta, ésta vez Eliot fue quien condujo en dirección a la zona centro de la provincia en la que se encontraban, Zabivaka nunca pudo estar más cerca de Leonard y Cosmic, quienes asombrosamente se encontraban del lado polaco donde él también estaba.


ZabivakaWhere stories live. Discover now