Capítulo 25

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Capítulo 25


La bomba salió mas rápido de lo planeado. Sabía que daba igual de la forma que la dijera, sería una noticia muy fuerte para Will, pero estaba segura de que había formas más sutiles de contarla.

Will se quedó quieto. Por unos segundos, me preocupé de que ni siquiera estuviera respirando. Su cara pareció palidecer un poco antes de que soltara una risa nerviosa.

—¿Allec? ¿De qué estás hablando? —preguntó a su hermano.

—Mi hija.... es de Michelle —explicó Allec.— Por eso ella.... murió. Se quitó la vida porque Collin nos la quitó y se la vendió a algún tipo.

—¿Cómo....? ¿Cómo demonios escondió su embarazo..? Yo nunca supe nada —. Pude ver la desesperación en sus ojos.

—Collin la tuvo escondida cuando fue visible —. Cerró los ojos momentáneamente antes de volver a abrirlos.— No sé dónde está. Llevo todos estos años buscándola, Will.

—¿Por qué no me lo contaste? —. Apreté el nudo de mi vestido cuando pude sentir el dolor de su pregunta.— ¿Acaso esta casa está llena de mentirosos? ¿O simplemente tengo cara de estúpido? ¡Todo el mundo me miente en mi puta cara!

—Will.... —. Me acerqué a él, pero él levantó una mano deteniéndome en mi lugar.

—Por favor, no te acerques, Maya. Necesito un minuto.

Me quedé quieta en mi lugar, mis ojos picando por las lágrimas retenidas en éstos. William se sentó en la cama, escondiendo su cara en sus manos.

—Hermano, lo siento, de verdad —. Se disculpó Allec, acercándose a Will y poneindo una mano sobre su hombro.— Sé que debería habértelo contado. No hablé con nadie sobre esto. Literalmente me rompió. No puedo hacer nada en contra de Collin si algún día quiero saber dónde está mi hija.

William soltó lo que pareció un gruñido antes de sacar su cara de sus manos y mirar a su hermano acusadoramente.— Me hacéis sentir como un maldito idiota que no sabe hacer nada. Yo podría haberte ayudado a encontrar a tu hija, podría haber ayudado a Maya con Collin y puedo ayudar ahora. No podéis excluirme de cosas que os conciernen.

Asentí frenéticamente, sentándome a su lado y agarrando su mano en la mía. William entrelazó nuestros dedos y yo me incliné para dejar un beso sobre su hombro antes de dejar mi cabeza apoyada ahí.

—Entendido —dijo Allec, mirando a su hermano con respeto.— Gracias, William.

El hombre a mi lado dio un asentimiento de cabeza rápido y alzó nuestras manos unidas para dejar un beso sobre el dorso de ésta. Le miré con atención y él me devolvió la mirada con pura adoración.

Me adoraba tanto como yo a él.

—Creo que debería irme —murmuró Allec y yo solté una risa, rompiendo nuestro contacto visual para verle salir de la habitación en silencio. Me levanté tras de él y cerré la puerta con cerrojo cuando se fue, girándome sobre mi eje para mirar a Will. Se me paró el aliento cuando vi que él seguía mirándome.

—Te he echado de menos —confesé, acercándome lentamente a él. Cuando sólo estuve a un metro de él, alargó la mano y tiró de mí hasta que caí sobre su regazo, mis rodillas a cada lado de su cuerpo. Mis mejillas se tiñeron se rojo inevitablemente y traté de ocultar mi sorpresa.— ¿Qué estás haciendo?

Sin cambiar la expresión de su cara, me apartó el pelo de la cara y dejó su mano sobre mi mejilla.

—Mirarte.

VendidaWhere stories live. Discover now