La isla de las sirenas

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Capítulo 10.

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La recién aparecida chica rubia analizó con curiosidad a la otra rubia que estaba enfrente de ella, notando que en aquella chica había algo que tenían en común: un enlace roto, fue entonces que curvó sus labios en una media sonrisa y bajó la daga.

—Malditos enlaces. —refunfuñó entre dientes.

—¡Oye!... ¿Puedes sacarnos de aquí? —gritoneó Toothless molesto pataleando con insistencia la red donde estaba él y su hermano atrapado.

— ¡Silencio! —Ordenó la estresada guardiana. — ¡Intrusos! ¿Cuáles son sus intenciones?

—Ya te dije que una tormenta no trajo aquí, íbamos al reino del agua...—trató de calmar la neutral. —Tenemos una misión...

—¿Qué? ¡¿Qué clase de misión?! —preguntó intrigada.

—Bueno... nosotros...

—¡Habla rápido! —ordenó levantando nuevamente su daga.

Astrid tragó saliva ante su amenaza, se aclaró la garganta para poder explicarle de manera resumida todo lo que estaba pasando en las afueras de esa isla: los engaños de su enemigo, las enemistades de los elementales y neutrales; absolutamente todo.

—Por eso debemos llegar al reino de agua, antes de que la guerra los alcance, por favor...

—Como odio a los elementales. —masculló Stormfly bajando la daga.

— ¿Por qué? —Preguntó Hiccup aun atrapado en la red.

—¡Eso es algo que no te importa! —respondió la chica levantando su arma. —¡No quiero que estén en esta isla, así que una vez que los desate SE LARGAN!

— ¡Pero espera! —pidió Astrid. —Nuestro amigo no puede volar, necesitamos ayuda.

—El que los deje ir con vida no significa que los vaya a ayudar, den gracias a los dioses que no me rebajo al nivel de ustedes ¡malditos elementales! Así que lárguense y llévense también a los haya traído hasta aquí. ¡VAYANSE O LOS MATARÉ!

—Calma, no es necesario exaltarse—Dijo Astrid con las alzadas en son de paz. —No somos los malos, yo... yo soy neutral...me llamo Astrid.

— ¿Una neutral? —susurró Stormfly confundida pues nunca había visto a uno; sin embargo, aun así, dudó. —No importa eso. Eres un humano... y todos los humanos, elementales o no son iguales.

— ¿Humano? —Se extrañó Hiccup. —Tú también eres un humano... ¿no?

—¡Eso no te importa! ¡Cierren la boca o no los liberaré!

—¡Ahhhhh....ya me tienes harto! —Gritó Toothless enojado.

—¡En especial tú, niño llorón! —despreció Stormfly furiosa.

— ¡Ay sí!... ¿Y tú muy madura? —La vio con repulsión el dragón. — Has de estar resentida porque no tienes un compañero, de seguro nadie te quiso por ¡tu mal carácter!

—¡¿Qué dijiste?!

—¡Lo que escuchaste! —siguió Toothless.

—Toothless no. —trató de detener Hiccup; sin embargo, este reacio lo apartó de él.

—¿Cómo te atreves?

La chica frente a ellos parecía triturarse los dientes de la furia; parecía que explotaría, sin embargo, en lugar de eso, sus pupilas se empezaron a afilar como un gato conforme veía a aquel desgraciado que la había insultado; pronto su cuerpo comenzó a arder tanto que empezó a expulsar humo por sus fosas nasales al mismo tiempo que su cuerpo se iba acrecentando y escamas de color azul empezaban a cubrir su aperlada piel.

LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)Where stories live. Discover now