LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)

Revelaciones

Siento la tardanza.

Edición: 25 de enero 2019

           

La sorpresiva llegada de los brann al pueblo de Noytrol causó gran pánico en los aliados y en especial a los recién casados. Cuando Hiccup vio a su amigo decaer después que este le reveló la verdad sobre sus progenitores un tremendo escalofrío recorrió todo su cuerpo, así como una incontenible ira que recayó sobre el inconsciente Snotlout.

— ¡Snotlout Reacciona! —lo zarandeó con violencia. —¡Habla!

—¡¿Estás loco?! ¿Qué no ves que lo lastimas? —Lo apartó Ruffnut de un empujón.

—¡DEJAME, TIENE QUE DESPERTAR!

—¡Hiccup, tranquilo! —Gritó Astrid tomándolo fuertemente de la cintura para evitar que este se lanzara nuevamente sobre su amigo.

—Pero... pero...—gruñía este tratando de zafarse...

—Tranquilo...—suplicó Astrid apoyando su cabeza en él, al mismo tiempo que trataba ella misma de controlar sus emociones. —Tranquilo...voy a curarlo con la piedra.

— ¡No lo haga! —Gritó Spitelout viendo con preocupación, pero a la vez con ira al que yacía desmayado. —Mi hijo...es un traidor, ¡Nos traicionó!, ¡Para irse con Fogo!

—No, no es cierto. —se negó Hiccup a creerlo. — Debe haber una explicación, Snotlout y Hookfang nos ayudaron en la batalla de Ciudad Topacio. ¡No puede ser!

Spitelout se quedó sin habla y miró nuevamente a su hijo que en ese momento estaba bajo la protección de la vinter. Se compadeció de él. Verlo tan vulnerable lo hizo reconsiderar lo dicho por su jefe y por supuesto le recordó lo mucho que lo amaba a pesar de sus diferencias.

—Astrid por favor, cúralo. —Pidió Hiccup zafándose de su agarre para tomarla de las manos. —También a mi otro amigo, te lo pido, por favor. —rogó apretando sus manos.

La neutral rápidamente asintió sin dudarlo.

—Confía en mí.

Zafándose de sus manos, Astrid se acercó al brann que en ese momento yacía acostado en el regazo de la vinter, puso con cuidado sus manos sobre su pecho y cerró los ojos para concentrarse, la piedra de la neutralidad avivadamente comenzó a brillar y aquella extraña energía que emanaba comenzó a fluir por sus brazos y manos hasta traspasarse al cuerpo del brann.

—Ya está sanando. —admiró Ruffnut como las heridas que sangraban se cerraban.

Sin embargo, unos moretones oscuros en otras partes no se quitaban, la vinter entonces miró a su amiga, que aun concentrada con los ojos cerrados, pronto comenzó a hacer muecas conforme más energía le daba a Snotlout.

—Astrid... ¿pasa algo? —preguntó Ruffnut con preocupación.

—¿Astrid? —llamó Hiccup también al notarla extraña.

— ¡Detente! —Irrumpió Camicazi apartándola bruscamente del brann.

— ¿Qué pasa? —Preguntó Hiccup confundido, viendo como su esposa palidecía y llevaba una de sus manos a su rostro. — Astrid... ¿Estás bien?

—Sólo me mareé un poco. —Respondió esta tratando recuperar el control de sus sentidos y el equilibrio. —Camicazi, déjame seguirlo curando.

—No. —respondió esta pasando su mano por encima de los moretones de Snotlout. —Estas no son heridas normales, un ser humano no se las provocó.