Amores extraños

1.8K 133 84
                                    

Buena tarde.

Edición: 24 de febrero de 2019


¿Matarla?

Todos se silenciaron y asustaron con la decisión que había tomado Hiccup; una decisión que sin lugar a duda no había sido fácil de tomar; sin embargo, el brann consideró que era lo mejor puesto que a Astrid no le gustaría ser controlada por el enemigo, era algo que ni él ni ella se perdonarían.

— ¡¿Qué tonterías estás diciendo?! —replicó Nero tomándolo por la camisa. —¡¿Te rindes tan fácilmente?!

Con notoria angustia y desesperación lo empezó a zarandear, mientras que el cabizbajo Hiccup ni siquiera trató de defenderse.

—¡¿No que la amabas demasiado?! —comenzó a llorar el vann, y más desesperado estrujo a su rival que pese al maltrato que le daba no se movía para nada. — ¡RESPONDE!, MALDITA SEA.

—¡Precisamente porque la amo! —gritó Hiccup sin quitárselo de encima. — Nero... ¡Tú la conoces!... sabes que no le gustaría que esos dos la estuvieran utilizando para lastimar a aquellos que quiere.

El vann gruñendo para sus adentros, dejó de zarandearlo y de un empujón se apartó de él.  Para su desdicha, sabía muy en el fondo que su rival tenía razón y le dolía que él la conociera tan bien como él. Toda esa situación hizo que su corazón sintiera dolor que se dejó caer rendido, no sólo por la decisión del brann, sino porque por fin aceptaba la realidad, una realidad donde Astrid no le pertenecía y tampoco a su rival, una realidad donde ella moriría a manos de su rival si no había alguna solución para ella. Era injusto, pensó, porque para él lo único que merecía Astrid era ser feliz, aunque no fuera con él.

—Hiccup... piénsalo bien, tal vez lo dices ahora porque estás herido. —Dijo Toothless con angustia.

—No. Es algo que tengo que hacer. —replicó Hiccup mirando a su dragón con ojos llorosos. —Si no lo hago yo, nadie lo hará.

—No nos adelantemos, por favor. —Pidió Heather con un nudo en la garganta. —Mejor hablemos con Camicazi, debemos saber primero si existe alguna solución que nos traiga a Astrid sana y salva.

—Es cierto. —Trató de animar Spinel. —Y debemos curar sus heridas.

Hiccup se tocó nuevamente el costado, notando que la sangre poco a poco se empezaba a secar sobre la herida y a penas considerándola comenzó a sentir como le ardía por el dolor, aunque no tan fuerte como en ese momento le dolía el corazón.

—Vamos...—lo ayudó Heather a sostenerse, por un lado, mientras que Spinel lo ayudaba del otro.

Dejándose ayudar por ambos, Hiccup reprimió sus sentimientos. Mientras tanto, Toothless ayudó a Stormfly que en su forma humana no tenía herida alguna, pero cojeaba debido a la herida que Astrid le había hecho en su forma de dragona, y más atrás de ellos lo siguió Nightmare que ayudando al depresivo Nero lo incitó a volver con los demás al palacio.

Al llegar, se dieron cuenta que la explosión si habían alcanzado el palacio y que por causa de esto la estructura se había dañado un poco, pero nada que ameritara abandonarlo.

Al entrar como no se dieron con alguien acudieron al refugio que sabían que tenían los neutrales, donde afortunadamente todos se encontraban sanos y salvos. 

—Hijo. —La asustada Valka fue la primera en salir del escondite al ver a su hijo herido. —Debemos atenderte esa herida, ¡ahora mismo!

—Descuida mamá, primero necesito aclarar algo, por favor. —Pidió el brann apartándose gentilmente de ella para acudir hacia donde la seid se ocultaba. — ¡Camicazi! Necesito hablar contigo.

LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt