LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)

Todos unidos parte I

Edición: 10 de noviembre de 2018

Capítulo 23.

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Todos unidos parte I

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En los vestidores, la estresada Stormfly esperaba a que el guardia la llamara para que pasara por fin a ver a su ex amo; habían pasado unos minutos desde que Astrid había tomado su lugar; y era extraño, ya que la fila de chicas había avanzado rápidamente hasta que pasó su amiga y tampoco el guardia se había aparecido para anunciar a la siguiente, cosa que pronto notaron las demás participantes.

De repente, una puerta posterior a la habitación se abrió, de esta entró uno de los guardias de Dagur, y seguido a él las confundidas concursantes rechazadas por Dagur, entre estas Heather y Ruffnut.

—¡Chicas! ¿Por qué volvieron?, ¿Pasaron a la siguiente etapa? — Se apresuró Stormfly a preguntar.

—¡No! Yo ni siquiera pasé. —Gruñó Heather furiosa mientras se quitaba el ornamento del cabello y lo azotaba contra el suelo.

—Yo sí, aunque ni hice nada y pasé. —Contó Ruffnut. —Me llevaron a un cuarto donde me dijeron que debía esperar a la siguiente etapa, pero después me trajeron de vuelta aquí.

—Pero ¿Por qué? Por cierto... ¿Dónde está Astrid? —Notó Heather que la neutral no estaba.

— ¿No estaba con ustedes? —Preguntó la dragona.

— No, donde me tenían no la vi.

—Ni yo, pero ¿No se supone que pasarías tú primero Stormfly? —Preguntó Ruffnut confundida.

—Me puse nerviosa. —Se lamentó la nadder. —Astrid tomó mi lugar...desde entonces no la he visto.

Ambas vinters se miraron entre sí sin comprender qué es lo que había ocurrido, sin embargo un portazo por detrás de ellas las sobresaltó, el guardia que había estado anunciando a las participantes hizo acto de presencia.

—¡Señoritas, el concurso se ha terminado! el amo Dagur ha seleccionado a una ganadora, por órdenes de él, deben reunirse con el resto de los esclavos y presentarse para trabajar en las tareas que a cada una se le asignará, así que ¡Vístanse!

Dado el anuncio, las chicas que pretendían y querían ser las amantes de Dagur reclamaron a los guardias presentes, otras parecían consternadas y permanecieron inmóviles, tal como en el caso de Alice, que se asustó con sólo escuchar la palabra "trabajar".

— ¡Un momento!... ¡¿Quién ganó?! —Gritó Stormfly en medio de la muchedumbre.

—¡Eso es algo que no te interesa! ¡Obedezcan esclavas!

Las chicas siguieron reclamando la falta de información y de oportunidad, sin embargo, cuando el guardia amenazó con encender las trampas todas se quedaron quietas, incluida la furiosa dragona; rendidas a su destino no les quedó de otra más que acatar órdenes.

Heather y Ruffnut rápidamente se fueron a cambiar con su ropa normal, mientras trataban de idear una manera para escapar de ese lugar, mientras que la nadder, sintiéndose culpable, se quitó el pañuelo rosa y lo arrojó lejos, bufó molesta haciendo que humo saliera de sus fosas nasales, tenían que salir rápido de ahí, pensó, aun era de día, juzgó por el color del cielo, pero pronto atardecería.

OOOOOoooooOOOOOO

En otra parte de la fortaleza de Dagur, Astrid era escoltada por el guardia al que le habían encomendado llevarla a los aposentos del usurpador, iba cabizbaja, aunque también atenta al camino que recorría, ya que, por supuesto, pretendía escapar y volver para rescatar a sus amigos, además de que tenía que proteger su nuevo tesoro, miró con disimulo la piedra de la tierra que el rey usurpador apenas unos minutos le había entregado, y colgado en su cinturón, confundiéndose entre los adornos, la piedra de la neutralidad, la cual no dudaría en usar contra el enemigo.