LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)

Un poco de ayuda.

Re-edicion 12 agosto 2018

Capítulo 15.

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Un poco de ayuda.

Prisión a las afueras de Berk.

El sonido de las gotas que caían sincrónicamente sobre un charco que se había formado en un bache en el áspero piso era el único sonido que podían escuchar los prisioneros que aguardaban en las celdas.

Los días, las semanas, los meses y años pasaban de largo por ellos y el desgaste físico y mental era notorio en sus cuerpos, consecuencia de la mala nutrición, higiene, privacidad y sobre todo la necesidad de afecto.

Para ambos matrimonios era una tortura tener a quien amaba tan cerca, pero a la vez tan lejos, y se tenían que conformar solamente con estirar sus brazos a través de las rejas en un intento por alcanzar a quien amaba a pesar de saber que encerrados en esas celdas era algo imposible, y dolía, les dolía no poder tocarse para animarse o para siquiera poder llorar juntos la muerte de sus hijos.

Gobber, siendo el centro entre ellos, y el único que podía tener contacto con ambos, no podía hacer nada más que lamentarse y mirar las ansias reflejadas en los ojos de sus amigos, había días en que deseaba que la muerte llegara por él, más cuando consideraba que sus amigos lo necesitaban retiraba esas ideas de su mente, y mejor se ponía a rezar, rezaba a los dioses porque algún día alguien los liberara y la guerra terminara.

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Ciudad Topacio.

Después de unos largos días de viaje en barco, Nero y Snotlout llegaron a la famosa Ciudad Topacio, sede más importante del reino de la tierra. Un antiguo residente que había viajado con ellos en el mismo barco les contó que aquella ciudad eras espectacular, que se caracterizaba por estar rodeada de muchas plantas, árboles y flores, y que contaba con las construcciones y monumentos más modernos que el hombre haya hecho; Snotlout se emocionó con la idea de visitar aquel lugar mientras secretamente saboteaban a un dictador, sin embargo, al llegar a ciudad su emoción se esfumó al ver que la supuesta espectacular ciudad solo era un lugar sucio y llena de lodo por todos lados.

Guiados por un soldado jorden, Nero, Snotlout demás aliados y prisioneros fueron llevados hacía donde estaba el nuevo regente de la ciudad.

—¡Saludos aliados!

Un hombre fortachón de apariencia descuidada y sucia que se encontrava sentado en un trono hecho de espadas y hachas les dio la bienvenida con una sonrisita que se podría describir como desquiciada, la mirada maliciosa del hombre les hizo suponer a los recién llegados que no estaba del todo en sus cabales pero que a la vez se trataba de alguien muy peligroso, no por nada habían escuchado que había despojado al rey anterior.

—¡Soy Dagur Deranged, el nuevo rey de ciudad Topacio! ¡El rey Fogo los ha enviado a mi para cumplir nuestros propósitos! ¡ACABAREMOS CON TODOS AQUELLOS QUE SE OPONGAN A ESTE NUEVO ORDEN!

Tanto Nero y Snotlout se vieron entre ellos, todo parecía indicar que sabotear al nuevo dictador no sería tan fácil como se lo habían planteado y probablemente necesitarían a más aliados.

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Ciudad Aqua.

— ¿Sorprendidos? —Fue lo que preguntó Eret después de la increíble revelación.