LA GUERRA DE LOS ELEMENTOS (TERMINADA)

Amantes eternos

           

— ¿Embrujada? —repitió Toothless tragando saliva.

—Es lo que dicen, la verdad es que nunca he ido a esa isla, sólo he pasado de lado y ya. —Explicó Stormfly. —Pero los rumores dicen que ahí hay una especie de finca, y si eso es verdad tal vez podamos encontrar las cosas que necesitan.

—¿Qué opinas? —preguntó Hiccup a Astrid.

—Creo que no perdemos nada con echar un vistazo.

—Lo mismo pienso... muy bien, entonces no perdamos más el tiempo ¡Vamos a esa isla!

—¡Sííí, vamos! —gritaron los demás como si fueran un gran equipo.

—¿Pero ¿cómo llegaremos hasta allá? Toothless no puede volar y tampoco tenemos un barco. —comentó Astrid preocupada.

—Oye... ¿Acaso se olvidan de mí? —preguntó la divertida nadder, quien de inmediato se puso de pie para hacer una pose de concentración.

Astrid y compañía, miraron asombrados una vez más como aquella dulce, coqueta y a la vez agresiva chica se transformaba en un esplendoroso nadder mortífero.

—¡Wow! eso estuvo genial. —admiró el furia nocturna embobado.

La dragona al escucharlo levantó a cabeza con orgullo y enseguida le hizo una seña a Astrid para invitarla a montarla, esta rápidamente captó su mensaje y se subió sonrientemente en su lomo, ya que ansiaba nuevamente experimentar lo del vuelo y que mejor si ella era la que iba ahora al frente, algo que no pasó desapercibido por Hiccup.

—Un momento... ¿qué está pasando aquí? —Preguntó extrañado al ver como ambas congeniaban. —Acaso... ¿hicieron el enlace?

—No. Pero somos amigas y aliadas, y por cierto... nos acompañará al reino de agua. —respondió Astrid con una risita.

A Hiccup casi se le cae mandíbula al piso, le impresionaba la facilidad que tenía su aliada neutral para congeniar con diferentes personas que le daban la oportunidad de conocerla, tal como le estaba pasando a él, que aunque no lo admitiera no la consideraba más su enemiga.

— ¡¿Qué?! ¡¿Qué ella ira con nosotros?! —Chilló Toothless ruidosamente, ganándose un bufido por parte de la dragona que los miró con desprecio.

—Calma no tiene nada de malo. —dijo el brann saliendo de la impresión. —Pero bueno, ya hablaremos de eso después... Stormfly ¿me permitirías...?

De una forma muy respetuosa, Hiccup le hizo una seña a Stormfly para pedirle permiso para montarla, al ver que este si tenía modales (no como el otro) la dragona no dudó en concederle tal "honor" y le permitió montarla. Hiccup subió de inmediato, aunque encontraba algo extraño tener que ir ahora de copiloto, y más tener que sostenerse de la cintura de su aliada.

—Ah...Disculpa... ¿puedo? —preguntó nervioso.

Astrid trató de no verlo, o podría notar que estaba enrojecida, pero a carencia de materiales y sillas de montar no había de donde más sostenerse.

—Adelante. —respondió titubeante.

Mientras tanto Toothless seguía admirando la forma de la dragona, a quien rodeaba analizándola de arriba hacia abajo.

—Qué raro tener que montar un dragón... pero ya que.

Ese apático comentario por parte del furia nocturna hizo bufar de nuevo a Stormfly y justo cuando Toothless disponía a subirse en ella le dio un coletazo en la cabeza que lo tiró al piso.