Capitulo 22: Sorpresas

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Max abrió la puerta con su propia llave, y no necesitó llamar a nadie para que su hermana estuviera corriendo en su dirección en pocos segundos.

–¡Has venido! – Gritó la joven en el camino desde un pasillo. –Pero dijiste… –

–¿Sorpresa? – 

La princesa observó con el ceño fruncido que él no había estado equivocado al decir que Amy estaría feliz con solo tenerlo allí. Era cierto.

Era una chica bonita, bastante más parecida a Nash en persona de lo que había parecido en la fotografía. Delgada y castaña. Y en exceso enérgica, se llevaría bastante bien con su prima Lexi o incluso con Dina.

¡Y ni siquiera la había mirado! Si lo hubiera hecho, no estaría tan concentrada en Maximillian. ¿Cómo una chica común podría prestarle atención a su hermano cuando tenía a una princesa a su lado? ¡Sería imposible!

Max dejó parlotear a Amy de cosas que no llegaba a comprender dándole tiempo a Charlie para que viese lo equivocada que estaba al decirle que él no era tan importante, y también, para que viera sus alrededores. La joven había dejado de observarlos a ellos para pasar los ojos por la casa.

Max no tenía ni una pista de lo que ella estaba pensando, pero era bueno que por una vez bajase de su mundo esplendoroso e inalcanzable para el noventa y ocho por ciento de la población,  y viese como vivía la gente corriente. Las personas reales. Y con esa palabra no se refería exactamente a los miembros de la realeza. 

Cuando sintió que le había dado tiempo suficiente, detuvo a su hermana.

–Amy. – Moduló con solidez consiguiendo tener toda su atención. –He traído a alguien conmigo por si no lo has notado. – Movió una mano para que la joven se volviese hacia Char.

No necesitó seguir, aunque intentó hacer una presentación adecuada. Amy jadeó con los ojos abiertos de par en par y hasta le pareció que perdía el equilibrio.

Ah, los adolescentes. Tan revolucionados, tan… expresivos. Y Charlie estaba tan complacida con esa reacción. 

–La princesa Charlotte.– Dijo la más joven superando su sorpresa. –¿Cómo debería saludarla?– Susurró.

–Oh, mira que dulce, Maximillian. Alguien que valora quien soy. – Char lo miró satisfecha y se volteó hacia Amy de nuevo. –Es tu casa, no hay que mantener las formas.– Dijo en un intento bastante extraño de parecer humilde. Ella amaba recordar que era superior a todas las personas del planeta. –Feliz cumpleaños Amy. – Musitó sacando la cajita de su bolso.

–¿Para mí? –, Jadeó. –¿Me has traído un regalo? –

–Claro. Ábrelo. – La instó.  –Lo he escogido personalmente. –

–Ahora ya se conocen. – Suspiró resignado a que probablemente Charlotte le recordaría esa victoria por un largo tiempo. –Invita a Charlotte a sentarse, Amy. Iré a saludar al resto ¿Dónde están? –

–Por algún lado. – Murmuró sin mirarlo. –Sentémonos en el sofá, Alteza. – Señaló. –¿Se le ofrece algo? –

–Que me llames por mi nombre y abras el regalo. – Expresó con una sonrisa casi modesta.

Max decidió que era hora de dejarlas a solas por un rato, Amy era bastante inocente y estaba demasiado emocionada como para entender algunos de los comentarios que Charlotte no podría resistir hacerle.

Bésame o Dispara. #Descontrol en la Realeza 3Where stories live. Discover now